Motivación para Nuestros Adolescentes

Puesto que estamos por entender cómo “calificar”  a los adolescentes sin que ellos hagan nada,  o cómo incentivarlos sin castigo o premio,  necesitaré referirte a la  lo que aprendimos en la sección de Gálatas 6, que podrás encontrar en la columna derecha. Si pudieras revisar tan solo los 3 primeros blogs de esa serie,  con ello podrías ministrar tanto a tus adolescentes, como a tus niños y aún a tus adultos; mas para por fin responder directamente a esta pregunta:

Lo calificamos como “Hijo de Dios”, grandemente amado, favorecido  y “acepto (incluido)  en el Amado”,  “linaje escogido, Sacerdote Real” “gente peculiar”, “el Trofeo de Dios”, “Joya  preciosa en el pectoral de Dios”,   “cubierto de oro y fincado en plata”, aunque nosotros no pudiéramos verlo, pues eso es lo que Dios ve y cree de ellos, esa es la Fe de Dios.  Se los comunicamos primeramente creyéndolo nosotros mismos  y por consiguiente, mediante nuestro trato hacia ellos y de ellos, como si fueran “mayores que nosotros”.   Los tratamos con respeto,  haciéndoles ver su valor, su peculiaridad,  y cuánto Dios los ama, aun sin tener nada “especial” reconocible ante nuestros ojos.

Existe un nuevo show de televisión llamado “Little Big Shots”,  con Steve Harvey, que no es un programa de concurso, sino que sólo exhibe la peculiaridad  de muchos pequeños cuyos videos han sido “virales” en YouTube, por la cual se convirtieron en celebridades, algunos sin esfuerzo o habilidades especiales.    En este programa observarás la inocencia de los pequeños,  cuan libres son de pretensiones (en su mayoría), quienes son admirados por ser “ellos mismos”, para lo cual no se tienen que esforzar.  

Aunque  este tipo de programas elimina  la competencia de la que hablé antes, la mayoría de las veces hace énfasis en aquello que el pequeño hizo –  en cierta habilidad o destreza que los hizo famosos y en algunos de ellos, a muy temprana edad, ya se llega a observar su confianza “en su carne”.  Esto es lo que el mundo conoce como “auto-estima”.   No intento minimizar  lo que es admirable en estos pequeños, mas cuando el individuo construye su identidad en ello, vivirá por la carne.   Mas aquellos que lograran entender a temprana edad quienes son en Cristo,  el ser “si mismos” ni los enorgullecerá, ni los avergonzará jamás,  y la presión por “desempeñar”  no los  dañará.  Esto no es “apoderamiento”,  sino descanso en el poder de Dios; tampoco es “seguridad en si mismos”,  sino en el Amor de Dios.  

Como un ejemplo,  mi hijo acaba de compartir conmigo el siguiente testimonio:

“Cuando tenía 14 años tenia la noción de que el ser cristiano era estar todo el tiempo firme sintiendo el gozo y la presencia de Dios siempre y así traté, deseando sinceramente ser el ejemplo del “cristiano lleno del Espíritu Santo” y alcanzar a otros en mi clase para Dios. Me propuse serlo, hasta que encontré diversas dificultades que al amontonarse causaron que yo fallara. Mientras trataba de agradar a Dios y de ser luz y buen testimonio a mi clase, me medí en un estándar alto y tenía la idea en el subconsciente de que si fallaba, mi testimonio cristiano quedaría arruinado y nadie creería en Dios por mi palabra. Además de esto, tenía en otra clase vecina un amigo quien también era cristiano. Asistía a una de las iglesias locales, y tenía buena fama. El sin embargo era alto, bien parecido, de complexión atlética, bueno en los deportes, y tenía buen nivel académico. El era popular entre sus amigos y amigas y hacia el ser cristiano verse bien, era  “el Super-Cristiano”. Yo, por el contrario,  no tenía su estatura, ni su aspecto, ni su talento atlético, lo que me  desanimó aun más. Al final de ese último año de secundaria, terminé frustrado y sin más deseos de ser el cristiano ejemplo de la clase. Los siguientes años, aunque seguí creyendo y sirviendo a Dios, no me importó más siquiera el aparentar ser cristiano. Sin embargo, aun atado por la religión continué en un estado donde según mi consciencia, yo “sabía” que estaba en el camino incorrecto y que Dios no me iba a bendecir ni prosperar a menos de que me “arrepintiera”. También estando expuesto a palabras de condenación tales como:  “esa música es del diablo”, “los cristianos no deben de bailar en fiestas, o siquiera asistir”, “Dios demanda santidad”, “lo bueno que te pase en la vida es tan solo buena suerte, no bendición de Dios”, “Dios un día te va a tomar desprevenido con algo malo que te haga arrepentirte”, etc.  

Pero la religion nunca me hizo libre ni me transformó, solo me obligó a modificar mi conducta y a actuar “santo” todo el tiempo. Ahora se que el verdadero arrepentimiento es cuando uno cambia de verdad, no cuando se llora y se dice que se va a cambiar en un altar de iglesia los Domingos. Se que Dios no “demanda” santidad, sino la imparte por medio de su amor y Gracia, y que solo a través de esta Gracia puede uno ser de agrado a los ojos de Dios. Nuestra llamada “obediencia”, buenas obras” y “santidad” solo son temporales y condicionales. Su Amor, Gracia y Nuevo Pacto por el sacrificio de la Cruz que fue consumado, son eternos.

Quizá este testimonio sea el tuyo o el de tus hijos, aunque quizá nunca lo escucharas de ellos, pues es difícil darnos cuenta de lo que nos esta pasando en ese momento y nunca nos imaginaremos que la falla no está en nosotros sino en la mentira que se nos ha hecho creer acerca de nosotros y de Dios.

El Evangelio es la verdad acerca de Dios y acerca de nosotros mismos,  esta verdad nos revelará nuestra inocencia,  nuestra libertad  y lo que realmente somos,  que no depende de aquello que logremos hacer para “llegar a ser alguien”,  sino por el contrario, será la revelacion de lo que ya somos en Cristo,  lo  que nos impulsará a  actuarlo o desempeñarlo sin esfuerzo,  sin temor ni pretensiones, como los  “Little Big Shots” de Dios.

Por un tiempo estuvieron sin identidad, pero ahora han descubierto la perfección de su identidad original en Dios; donde no había misericordia, [bajo el juicio cruel de la ley de las obras, patrocinado por el sistema de “yo-no-soy,”] ¡ahora han recibido mucha misericordia!

No importa cuán atractivo parezca el sistema de la gloria terrenal o carnal, nunca los podrá definir o satisfacer; ¡no se dejen atrapar por su influjo y estrategias! ¡Ustedes son amados grandemente! Y les ruego que desde este ¹lugar de nuestra perfecta unión, permanezcan como peregrinos y extranjeros a las sutilezas de un sistema mundial que es ajeno a su diseño. Eviten cualquier influencia que no ²coincida con su inocencia.

(La palabra ¹parakaleo tiene dos componentes; para, sugiriendo proximidad cercana, y kaleo, identificar por nombre, apellidar, sugiriendo una comunión íntima;

La palabra ²apekdechomai, de apo, desde o fuera de, y echo, abstenerse de lo que no coincide o resuena.)

1 Pedro 2:10-11

Toit, Francois du.  The Mirror / El Espejo de la Palabra

Shalom y Gracia en abundancia.

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