Sexualidad Redimida

El tema de las sexualidad es algo que no me siento competente para tratar, por lo que podría yo evadirlo y relegarlo a los “expertos”,  a los psicólogos o a los maestros de tus hijos y dejar que ellos sean los que les descifren todos sus tabus e interrogantes relacionados con este tema controversial y delicado, difícil de explicar y de entender aun por nosotros los padres.

¿O cómo explicarnos por qué la sexualidad puede llegar a definir el valor de un individuo (en su propia mente) y aun a determinar su vida entera,  o su misma muerte?

¿Por qué consume tanta energía y tanto espacio en la mente de una persona?

¿Por qué la gente queda atrapada en un momento de su existencia por causa de la misma?

¿Por qué  una experiencia sexual fuera de nuestro diseño original puede llegar a ser tan traumática  y causar tanto dolor, culpa, vergüenza,  o distorsión en la personalidad de un ser humano?

¿Por qué llega a convertir a algunos en monstruos y a tantos mas en sus víctimas?

¿Por qué habiendo sido diseñada para dar vida,  puede ser usada para destruir una vida, un matrimonio, una familia y aun el cuerpo y la misma alma?

Estas serían las respuestas que a nu me encantaría encontrar en un libro, por lo que no intentaré responderlas yo.

La sexualidad no fue idea del diablo.  La sexualidad la integró Dios a nuestro diseño, no solo como instrumento de reproducción, sino como una manifestación de la intimidad, el amor mutuo y el deleite para el cual Él nos creo, mismo que llega a su plenitud en una  atmósfera de protección y seguridad reflejada en el matrimonio y la familia, todo como parte de nuestro diseño “a imagen y semejanza de Dios”.

Lo que si debió haber sido idea del diablo fue la de convertir este concepto divino en “el pecado original”, según la religión. Curiosamente, la religión intenta  limpiarnos de este “pecado original”  por medio de “obras de la Ley”,  sea mediante rituales religiosos, como el  bautismo de los recién nacidos, o como adultos, a base de disciplina, fuerza de voluntad y prácticas religiosas de contrición,  negando así la obra redentora consumada de Jesucristo por la cual fuimos separados del verdadero “pecado original”, que realmente no fue el acto sexual de Adán y Eva sino que fue precisamente el de “comer del árbol del conocimiento del bien y el mal”, alias “la Ley”, en el cual está fincada toda religión.

Es mi creencia que  esta “caída de la Gracia”  nos dio como resultado que el humano, ausente del amor de Dios, haya substituido su relación intima con su creador,  con una relación íntima con su sexualidad,  cayendo a niveles cada dia mas bajos de depravación y desintegración social, familiar y aun mental, que amenazan nuestra felicidad y misma existencia.

Son muchas las personas que han quedado atrapadas en un momento o en una experiencia sexual, haya sido traumática o placentera,  sin jamas poder separar lo que ellos son de lo  que les sucedió, aun sin ser responsables, permitiendo que su creencia acerca de ese momento  los defina, lo cual es mentira a la Luz de lo que les sucedió en Jesucristo.

Muchas otras viven de acuerdo con lo que creen ser; algunos ocultándolo por temor al rechazo y al juicio, llevando una vida doble, con un lado dulce que hace feliz a sus amados, y otro amargo y tormentoso que solo ellos conocen y que los conduce a un final indigno o a menudo a una temprana muerte sea de ellos o de sus víctimas.

Muchos otros saben que ese no es su diseño o la vida que ellos querían,  mas no saben como escapar de ello;  algunos buscan  enderezar sus vidas por medio de la Ley, como arriba lo mencioné, dando como consecuencia el efecto contrario;  mas la mayoría simplemente dejan de luchar y lo aceptan como la verdad acerca de si mismos,  buscando imponer su verdad sobre los demás.

En nuestros días, los adolescentes no son los únicos que viven bajo esta presión, pues aun sera difícil  que lleguen a la adolescencia sin haber sido perturbados en esta área a través de algún programa de televisión, alguna platica de sus amigos,  o por propia experiencia.

Si lográramos comunicar un mensaje que les permitiera identificarse con Jesucristo tanto en su muerte como en su Resurrección,  y establecer no solamente su identidad en la verdad de su “naturaleza en Cristo” , sino también una relación de Amor con el que los formó y los conoció desde el vientre de su madre,   esto seria la experiencia “ancla” que  les impediría ser arrastrados por la  corriente del mundo que en nuestros días está arrastrando a nuestros jóvenes hacia aguas muy profundas.

Aun para aquellos jóvenes que desde pequeños pudieron haber sido víctimas de esta transgresión, tan antigua como los tiempos de Lot, y que hoy parece haber resurgido  como un negocio muy lucrativo a nivel mundial,  la “Justicia de Dios”  será lo único que les ofrezca la sanidad, la libertad y la restauración al  conocer la verdad de lo que ellos han sido hechos en Cristo, declarada en el Evangelio de Gracia.

Cristo vino a deshacer las obras del diablo   y   el poder de Su Resurrección es lo único capaz de libertarnos de toda esclavitud, reparar toda herida, restaurar el alma a completitud y aun resucitarla y aquel que entienda bien este Evangelio podrá llevarles esta esperanza.

Shalom y Gracia en Abundancia

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