Gloria por Su Gracia

reconciled man

La semana pasada alguien argumentaba lo que hablé en mi blog anterior,  y me decía “muchos de esos atletas creen en Dios y aun le dan la Gloria”, por lo que hoy  quiero aclarar que  no tengo nada en contra de ningún atleta, ni de su atletismo; todos los humanos fuimos hechos a semejanza de Dios y cuando Su gloria en nosotros se manifiesta como resultado  de la abundancia de Gracia que hemos recibido de Él, es decir,  como producto de  la fe, por la revelación  de lo que Jesús logro en la Cruz por nosotros,  y de lo que somos en  Cristo,   no podremos evitar reinar  (ver. Rom.5:17),  aun sin participar en ninguna competencia.   Al final del día,  “toda buena dádiva y todo don perfecto” provienen de la Gracia de Dios (ver Sant. 1:17), seamos creyentes o no.

Simplemente, no encontré un mejor ejemplo para ilustrar prácticamente la creencia del mundo,   contraria al Evangelio, de que la vida basada en nuestro esfuerzo y mérito propio  hará  salir de nosotros “gloria y hermosura”,  pues ese fue precisamente el error de Satanás, creer que toda su gloria y su hermosura se la debía a si mismo y no “al río que lo alimentaba”  –  el Espíritu de Dios   (Ezequiel 31).  

Ese fue también el error  de Nabucodonosor II, el rey de Babilonia,  cuya creencia lo  convirtió en “bestia” (Ez. 4:33).  De aquí obtenemos el significado de “la marca de la Bestia”,  el 666, que representa al hombre auto glorificado y exaltado por el poder de su diestra o de su intelecto, sin consciencia alguna de Dios; asimismo,  los 7 años durante los cuales Nabuco vivió como bestia, ilustran el reinado de la Bestia, no muy lejano, por lo que muchos ya  viven en esa identidad.   De ello escribí mucho durante el estudio del Libro de Apocalipsis

Lamentablemente, fue al creer la creencia de la serpiente como Adán perdió la gloria de Dios que lo cubría y se halló desnudo;  entonces intentó cubrirse con hojas de higuera, que representan el intento o esfuerzo del hombre por cubrirse con su propia “gloria”,   a través de lo que logra por su ingenio o habilidad.  

Mas  Cain aprendió que su esfuerzo no impresionó a Dios y lejos de acercarlo, lo apartó de Él – esos frutos que él ofrecía representan  las obras de la Ley y Gálatas 3 nos dice que La Ley no es de fe,  y sin fe es imposible agradar a Dios (Heb. 11:6).

Queda claro, entonces, que nadie puede hacerse justo ante Dios por tratar de cumplir la ley, ya que las Escrituras dicen: «Es por medio de la fe que el justo tiene vida»[a]. 12 El camino de la fe es muy diferente del camino de la ley, que dice: «Es mediante la obediencia a la ley que una persona tiene vida. Gal. 3:11-12 NTV

Nuevamente tomare de “The Message” (Msg)  y del El Espejo de la Palabra de Francois Du Toit (Mirror)

Habacuc confirma tajantemente que la justicia por la fe de Dios es la única base de vida; esto termina cualquier posible justificación delante de Dios basada en un comportamiento moral. (Hab.2:3 y 3:17-19)  ¡Ley y fe no tienen nada en común! La ley mide el comportamiento y la experiencia del hombre para definir su vida. (La fe mide la obra de Dios al redimir su diseño en nosotros, al definir nuestras vidas.) Gal. 3:11-12 (Mirror)

La evidente imposibilidad de llevar a cabo un programa moral de este tipo debe dejar claro que nadie puede sostener una relación con Dios de esa manera. La persona que vive en una relación correcta con Dios lo hace al abrazar  lo que Dios arregla para él. Hacer cosas para Dios es lo opuesto a accesar lo que Dios hace para ti. Habacuc estaba en lo cierto: “La persona que le cree a Dios, es puesto bien con Dios, y esa es la realidad.” Guardar reglas no evoluciona naturalmente en vivir por la fe, sino que sólo se perpetúa en más y más guardar reglas, un hecho observado en la Escritura: “El que hace estas cosas (guardar reglas) seguirá viviendo de ellas.”  Gal. 3:11-12 (Msg)

Cual es la diferencia entre hacer algo para Dios y vivir lo que Dios arregla para nosotros?

Cuando hacemos algo para Dios estamos trabajando para Él como esclavos cuando Él nos ha hecho Hijos.  El hijo vive descansando en lo que su padre le ha preparado.     Es diferente trabajar en la granja de tu padre que lleva tu mismo nombre, porque amas ser parte del mismo,   a trabajar en la granja de tu padre para que te alimente o te quiera, como los hijos de la historia del hijo pródigo.   Es diferente exigirle a tu hijo que te de dinero si quiere seguir viviendo en tu casa, lo cual hará por obligación, a que por gusto tu hijo te de dinero o te compre cosas como el fruto de tu amor por él, o de su agradecimiento y amor por ti.    Esta es la diferencia de la Ley vs. La Gracia.

Otro ejemplo es lo que  hoy conocemos por “alabanza y adoración”.   Usamos la manera en que la gente se acercaba a Dios durante el tiempo de la Ley,  para acercarnos a nuestro Padre,  cuando !el acceso a Él ya está abierto!;  invocamos su presencia en el templo y esperamos a que su gloria “baje”  al altar, cuando nosotros somos su templo y Él ya vive dentro de nosotros.   Es diferente cuando le “adoramos”  para que nos supla lo que necesitamos, que cuando la revelación de Su Amor  y Gracia en nuestra vida nos hace decir Aleluya! con gozo, agradecimiento,  y aun una canción,  o nos  levantamos cantándole porque nuestro corazón lo anhela.   Mi hijo desde pequeño siempre se levantaba cantando, produciéndome alegría y sonrisas,  mas nunca necesité que me cantara para hacerle su desayuno.   Si me saluda o no,  aun así me aseguro de que tenga que comer  y ¿qué cosas no hacemos  por los hijos?  ¿Me explico?

Hacer algo por Dios para impresionarlo  es  menospreciar lo que Él hizo; estamos creyendo lo mismo que Caín; mas Abel ofreció un mejor sacrificio que revelaba el corazón de Dios – entregarnos su Vida.     Cuando vivimos lo que Él nos ha preparado simplemente estamos llevando con porte   la vestidura de Lino Fino que Él nos diseñó y que nos ha dado  como un regalo de Su Gracia.  Una vestidura “de sacerdote”  que no produce sudor;  aunque trabajemos duro, si nuestra fuerza es  su Espíritu, no nos agotaremos.

Shalom.

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