La Vida Abundante

Al llegar al Capitulo 6 de Gálatas tendremos oportunidad de seguir hablando acerca del amor y las relaciones humanas, mas antes de finalizar el capítulo 5, quisiera detenerme un poco en  las señales, milagros, maravillas que seguirán a los que creen.

Yo en lo personal si creo en  milagros y maravillas, señales y todo lo que venga por el Espíritu Santo a través de la fe en Jesucristo.  Dios ha hecho muchos milagros en mi vida, aun antes de que yo quisiera conocerlo, siendo su salvación el primero de todos.   Me ha salvado la vida varias veces;  me ha librado de muchos males, me ha provisto para todas mis necesidades, me ha sanado de enfermedades, aun sin yo buscarlo, me ha protegido a mi y a mis hijos de muchas cosas y también ha hecho muchos sueños realidad; asimismo, he sido “vituperada”, maltratada y rechazada por causa del Evangelio, también he sido perjudicada deliberadamente, acusada injustamente, menospreciada, burlada, defraudada,  y ese tipo de señales que también llegan a acompañar a los que creen (Marcos 10:30).   Sin embargo, la Gracia de Dios me ha enseñado a no medir el amor de Dios o aun mi fe, basado en  las circunstancias, o en lo que recibo o pierdo.  

Dichos  milagros y maravillas aun están vigentes y yo nunca los he desalentado, ni negado,  mas si he visto lo desalentados que muchos se encuentran cuando no reciben lo que esperan, cuando esa no es nuestra herencia incorruptible y eterna (1 Pedro 1:4; Hebreos 9:15), ni tampoco  lo que nos define como hijos de Dios; sino el Fruto del Espíritu.   El Espíritu es las primicias de nuestra herencia (Rom. 8:23), las primicias de la Vida de Resurrección de Jesús, quien a su vez se levantó como las  primicias de la Nueva Creación (1 Cor. 15:20 y 23) y  si las primicias –  nuestra raíz,  son Santas –  así lo son las ramas (Rom. 11:16) y el Fruto es lo único que testifica de ello.   Ni siquiera los dones del Espíritu son nuestra herencia,  pues éstos nos son otorgados para edificación de las ramas.    (Lamento mucho si al igual que a mi te hicieron creer que  tus primicias eran tu primer cheque de cada uno de tus empleos o empresas).

Esa vida Abundante y “sobrenatural” que en tu  vida se manifiesta en forma de Fruto será un día tu única realidad, en un cuerpo inmortal, como el de Jesucristo resucitado  y de no llegar a experimentar esas primicias en vida, ¿cómo sabes si de verdad has recibido el antídoto contra la picadura de la serpiente – el verdadero Evangelio?   Es mi opinión que la iglesia ha puesto su énfasis en los milagros y las señales como si ellos fueran la herencia,   y ha considerado el Fruto del Espíritu como algo de lo que puede prescindir.  

Bajo la religión o la Ley, estas señales suceden todo el tiempo,   mas la religión es solo antídoto ‘contra el verdadero evangelio’, no contra la picadura de la serpiente, por consiguiente, el fruto que produce es de muerte (Ver Gal. 5:19-21).  Mucha gente recibe milagros y maravillas, mas  ellos  los atribuyen a sus imágenes u objetos innanimados, que para ellos llegan a ser “mas milagrosos”.  Otros te ofrecen los mismos beneficios  “sin la Cruz”.    Esto no es nuevo,  Moisés lo descubrió desde su primer visita a  Faraón. ¿no acaso sus hechiceros hicieron casi lo mismo?  

En efecto, no solo la religión  reproducirá  las señales y maravillas de los creyentes.   El hecho de que podamos comunicarnos a través de un aparato electrónico que podemos cargar en el bolsillo, es un milagro, principalmente poder comprarlo;  mas el mismo Steve Jobs, a quien le debemos mucho  del milagro de nuestra tecnología y comunicaciones, no era creyente de Jesucristo.  Tampoco lo son el gran Bill Gates,  ni Steve Hopkins, a quienes les debemos tanto conocimiento maravilloso.  Para ellos, hablarles de nuestra prosperidad podría causarles risa. 

En cuanto a nuestra sanidad sobrenatural y milagrosa, pues el mundo también la tiene en venta.  En un seminario para aspirantes a  autores de libros, conocí a varios sanadores(as).  Una de ellas, una anciana que afirmaba haber vivido 3,500 años, sanaba con su energía interna que obtenía del universo.  Otra futura autora se hacia llamar “la murmuradora de rocas”, pues usaba cristales y rocas para sanar.  Ella le  cantaba a la Gracia cuando pedía sanidad para alguien,  pero ella no cree que la Gracia y la verdad vienen a través de Jesucristo. Mucha gente, especialmente al ver que la medicina se ha convertido en un negocio muy lucrativo, hoy obtienen su sanidad de  la naturaleza, con la que también ya se lucra.  Aun la longevidad y la juventud  eterna “sin mancha y sin arruga” ya la ofrecen en una píldora de hormonas de crecimiento.   

Por lo anterior, hoy la gente no fácilmente se impresionará si oras por los enfermos o pones tus manos sobre ellos y ellos sanan;  por el contrario, no te sorprendas si al sanar, ellos van a darle las gracias a  su imagen  favorita o a su suplemento nutricional preferido.   Mas la gente aun es impresionable cuando descubren tu transformación,  o cuando reciben un verdadero toque de amor o una palabra sobre sus vidas que proviene del Espíritu de Dios, a través de ti; esos actos, sin vanagloria o amor al dinero, raras veces podremos presenciarlos en la tele,  pues no pertenecen al mundo.     

Dejen de intentar de impresionarse unos a otros. La ley de las obras reduce vuestra vida a comparaciones envidiosas y a una insignificante competencia, ¡mientras que el amor siempre busca la ventaja del otro! (¡Esto significa libertad total de cualquier ley externa!)

 Gal. 5:26  El Espejo de la Palabra. Du Toit, Francois.

Pensarás:   ¿Acaso he esperado en valde? ¿o qué debemos esperar entonces?

Regresa la próxima semana para que  nuestro Padre, confirme nuestra fe, pues “si nos dio a su Hijo Jesús, cómo no nos dara junto con Él todas las cosas”.

Shalom y Gracia en Abundancia. 

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