Mutilando el Legalismo

SLAVE

Hoy quiero explicarte el significado de las palabras de Pablo en Gal. 5:10-12, que algún día fueron tan “crípticas “ para mi, cuando no podía entender el Evangelio de Buenas Noticias de un Padre lleno de Amor. ¿Por qué Pablo los llamaba “perturbadores”? ¿Por qué deseaba que  “se mutilaran”? Para ayudarme, te presento primero la traducción de la versión de “El Mensaje”:

En el fondo, el Maestro me ha dado la confianza de que no desertarás. Pero el que te perturba, quienquiera que sea, soportará el juicio divino. En cuanto al rumor de que continúo predicando los caminos de la circuncisión (como lo hice en los días anteriores a Damasco), eso es absurdo. ¿Por qué seguiría siendo perseguido, entonces? Si estuviera predicando ese viejo mensaje, nadie se ofendería si mencionara la Cruz de vez en cuando, estaría tan diluido que no importaría de una manera u otra. ¿Por qué estos agitadores, tan obsesivos como son acerca de la circuncisión, no van hasta el extremo y se castran? Gal. 10-12 (The Message).

Cabe aclarar que cuando la noticia de la resurrección de Jesús se corrió, surgió un grupo de  proselitistas judíos, es decir, que no lo eran por genealogía (i.e. Nicolas y sus seguidores), quienes pretendían seguir a Jesús, mas sólo buscaban seguir los rituales judíos para su santificación,  y buscaban poner bajo el mismo yugo  a todo aquel de entre los gentiles que creyera el mensaje de Pablo, ignorando o rechazando la Cruz, pues la Cruz vino a terminar con este yugo.  Por ello Pablo los llamaba “perturbadores”, porque buscaban sacar a las ovejas de su lugar de descanso  de nuevo a sus obras.  No habiendo nacido  judíos, muchos de estos perturbadores no estaban circuncidados, ni  tampoco creían el Evangelio que circuncidaría su corazón y los declararía  “no mas judío, ni gentil sino uno en Cristo”.

“Perturbadores”, palabra tan contundente la de Pablo, quien declara,  que   la Cruz no ofende a nadie cuando el mensaje se ha diluido,  pues la Cruz queda sin efecto y la gente ni siquiera se da cuenta de la relevancia de la  Cruz, pues no creen necesitarla al tener a sus muchos intermediarios o sus propias obras y rituales como métodos alternativos de salvación.   Mas al poner su vida bajo la Ley, que es la fuerza del pecado, se convertían en algo “grotesco”  e inmoral (como lo vimos en la sección de los Nicolaitas), debido a que, como lo explique en mi mensaje anterior, la fe en Jesucristo y su Evangelio de Gracia es lo único que puede purificar el corazón.

Romanos 1 nos habla de la “justicia de Dios”  revelada en el Evangelio y del peligro de refrenar la verdad.   Aquellos pastores o “profetas” que predican mentira deliberada, o “juicio”  para las ovejas, o simplemente “otro evangelio”, como es la mezcla de Ley y Gracia,   ellos son los que viven bajo ese peligro.   La Ley demanda castigo cuando no se cumple, mas primero nos castiga en nuestro interior, pues  “la Ley produce ira”(Rom.4:15); por esta razón, cuando la Ley toma su fuerza en la gente y sus actos horrendos salen a la luz, la gente se amontona demandando castigo,  porque esa es la “justicia de la Ley”.  Mas la Cruz lo cambió todo,  La Cruz nos vino a hacer justicia a todos y aquel que rechaza la Cruz, vivirá con ese castigo interior  y finalmente su justicia propia se volverá contra él o ella.    Bertie Brits te ayudará a entenderlo en su mensaje “la Ira de Dios bajo el Lente de la Gracia

Lo que estos religiosos hacían  equivalía  a  lo que   hoy hacen aquellos que  pretenden guardar el celibato , mas ellos mismos no se abstienen, solo esconden sus impulsos en sus largas ropas con apariencia de santidad y en lo oculto  dan rienda suelta a sus instintos  despertados por la misma Ley que ellos imponen en la gente .  Esto sucede en todas las religiones y en todos los círculos de autoridad. De esto hablaré mas ampliamente cuando lleguemos a las “obras de la carne”.

Francois Du Toit nos da la llave para descifrar este mensaje críptico en Gal. 5:10-12.

A pesar de la interferencia de aquellos “legalistas” yo estoy convencido de vuestra unidad en el Señor. ¡No importa la posición que una persona de alta alcurnia pueda tener, no permitan que su título les distraiga! ¡La misma ley que ellos promueven será su juez! (El proceso de la fermentación es inevitable cuando hay una mentalidad legalista.) ¿Comprometería yo el mensaje de la cruz para predicar la circuncisión sólo por el hecho de evitar la persecución? ¡Qué locura! (¡Este pensamiento viene de la idea que la justificación es el resultado de algo que el hombre tiene que hacer, o por el contrario, que es el resultado de algo que Dios ya ha hecho!) ¡Estas personas que los quieren mutilar, deberían mutilar la influencia legalista en sus vidas por completo!

Como nos lo mostró Francois Du Toit,  ésta es la mutilación a que todos somos exhortados  a hacer.  No se refiere a que nadie se corte , ni se circuncide, ni se castre, ni se latigue o castigue,  sino a que se corte con  toda influencia legalista en la vida.   El mundo entero ejercerá tal presión sobre nosotros, señalando todo aquello que estamos haciendo mal o no estamos haciendo bien.    No uses tu libertad para pecar, es decir,  para volver al legalismo.

Shalom y Gracia en Abundancia.

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