La Siega Final

Jesus

En mi mensaje anterior te mostré que todos los eventos que sucederán en un futuro cercano, si no han comenzado ya,   se desatarán  con violencia alrededor del 7º. Sello, la 7ª. Trompeta y la 7ª Copa,  los cuales  colocan al Trono de Dios en el centro de todo, como el ojo de un huracán.

Mas habrás notado  que cuando el 6o. angel derrama su copa o su bracero, de la boca de la falsa trinidad  – – el dragón, la bestia y el falso profeta (v. 13); ( es decir, de sus palabras) surgen tres  espíritus inmundos similares a ranas.  Veamos quienes son ellas:

Son espíritus de demonios que hacen señales, los cuales van a los reyes de todo el mundo, a reunirlos para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso. Rev. 16:14

Algo muy interesante en la palabra demonio (del griego daimōn) es su raiz etimológica, el griego daiō, que significa “distribuir fortunas”, idea en la cual se basan el comunismo y  el socialismo (aunque los que distribuyen las fortunas lo hacen sólo entre si mismos). Esto nos recuerda que “el ladrón vino a robar, a matar y a destruir”.  Recordemos que en Egipto, las ranas dejaron devastación.  Coincidencia o no,  la retórica de nuestras cadenas informativas personifica al espíritu en el mundo que busca lograr lo anterior.

Así mismo, este versículo revela que no toda señal milagrosa proviene necesariamente de Dios; recuerda que en Egipto, los hechiceros de faraón pudieron imitar varias señales que Moisés hizo. Esta es la naturaleza de Satanás –  imitación,  mentira,  falsedad, disfraz: él quiso ser “como Dios”,  él anda “como león rugiente”,  él viste a sus ministros “como ministros de rectitud”,  todo es imitación y falsificación en él, pues él no es verdadero, por lo que ha sido derrotado y su poder sólo radica en su habilidad para engañar; recordemos el significado de serpiente –  ‘ophis’ – ilusión óptica; no obstante, muy pronto veremos cuando este ser inmundo será expulsado de su ophicina, y exhibido delante de todos aquellos a los que engañó.

Tristemente, en el Capítulo 16 leerás repetidamente  que a pesar de todo el horror y el sufrimiento de esos días, los hombres de esa generación “no se arrepintieron”, ellos nunca creyeron el Evangelio, por tanto no pudieron cambiar de opinión acerca de Dios,  por el contrario,  blasfemaron su nombre, aun cuando se mordían la lengua  del dolor  (Ap. 16:8-12).

Nota también que no dice “no se arrepintieron de sus pecados”,  sino que dice “no se arrepintieron de sus obras” (v. 11); quizá creyeron que podían agradar a Dios por las “obras de la Ley”, por tanto, se cayeron de la Gracia de Dios,  y por consiguiente,  produjeron  las obras de la carne  (Gal. 5:4-21), al subestimar la obra de Dios.

Es por ello que los ángeles clamaron:

Justo eres Tú, el que eres, y el que eras, oh Santo, porque has juzgado estas cosas;  pues ellos derramaron sangre de santos y profetas y Tú les has dado a beber sangre. Se lo merecen.”  También oí al altar, que decía: “Sí, oh Señor Dios Todopoderoso, verdaderos y justos son Tus juicios.” Ap. 16:4-7

Era nuestra justicia que demandaba derramar sangre,  mas por Su Gracia,  la Justicia de Dios en Cristo nos ha sido revelada en el Evangelio,  y al tener consciencia de esa sangre derramada por nosotros, nuestra justicia será satisfecha con la de Él.

El hecho mismo de que tu estés leyendo esta página, por accidente o por invitación de alguien,  te muestra que la  Gracia de Dios está a tu alcance, pues aun en medio de todo lo que está sucediendo en el mundo, el Señor quiere convencerte de que tu has sido justificado, e incluido en esa muerte y resurrección, y que has sido unido en unión amachimbrada con Él, para que no vivas como huérfano, ni como despojado,  viviendo de tu propia justicia, pues eres hijo y heredero y su ira es su pasión por alcanzarte.

Yo misma temía la ira de Dios,  de hecho la mitad de esta serie anunciaba un juicio para el no creyente que yo no entendía, por lo cual hoy me encuentro revisando cada capítulo.  Ciertamente, tener consciencia y una idea acertada de lo que este juicio significa es lo que hará la diferencia para el creyente y pare remover la cizaña.

en Su Parábola del Trigo y la Cizaña en Mateo 13:37-43, Jesús nos advierte:

“El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre, (no los hombres, énfasis mío)

 y el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, (la humanidad entera, no solamente los que han creído el evangelio)

 y la cizaña son los hijos del maligno; (la cizaña, del griego zizanion, es una especie de trigo negro conocido como ‘trigo bastardo’;  si la buena semilla es el trigo verdadero, el pan del cielo – Jesucristo, la Verdad y la Vida;  la cizaña es todo aquello que no lo es – toda doctrina, enseñanza, creencia, que intenta sustituir a la verdad y a la vida (no las personas), en pocas palabras –  la falsificación del cristianismo, que como hemos descubierto, es la misma ‘Bestia’ –  toda creencia sin la revelación de nuestra inclusión en la obra consumada de Jesucristo)

 el enemigo que la sembró es el diablo, (el sistema de acusación  y juicio)

la siega es el fin del mundo (el mundo bajo la Ley)  y los segadores son los ángeles (ángel significa mensajero o pastor).

Por tanto, así como la cizaña se recoge y se quema en el fuego, de la misma manera será en el fin\ del mundo (la verdad será separada de todo lo que es mentira, y que es anti-Cristo,  los que logren ver la verdad dejarán de creer en el sistema de acusación y juicio, y vivirán bajo la Gracia de Dios, bajo la cual el ‘pecado’ no se apoderará de nosotros y el mundo que conocemos para siempre dejará de ser – una Vida Nueva y un cielo en la tierra nos espera).

El Hijo del Hombre enviará a Sus ángeles, y recogerán de Su reino a todos los que son piedra de tropiezo y a los que hacen iniquidad;  y los echarán en el horno de fuego (serán confrontados con la Revelación de la Cruz); allí será el llanto y el crujir de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre.  

En cuanto a este último versículo,  yo creo que su interpretación no es de acuerdo al original, pues ‘pas skandalon’ no se refiere a las personas, sino a ´todas las cosas que ofenden o ensucian y que causan iniquidad´, hablando de la cizaña – toda enseñanza, doctrina o creencia que interfiera con nuestra consciencia de inocencia y santidad.

El que tiene oídos, que oiga.”

Regresa para la conclusión de este capítulo.

Paz y Gracia en Abundancia

Rev. Feb. 2020