El Amor Todo Lo Cree

Creo que finalmente hemos llegado al final de la Epístola de los Gálatas.   En ella aprendimos lo que  realmente  significan muchas cosas,   por recordar algunas,  lo que es 

Mas al leer los versículos de hoy,  sentí necesario  aclarar un punto muy importante antes de concluir –  leamos  a continuación:

 Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo. 15 Porque ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.  

Gal. 6:14-15 NBLH

Leamos ahora del Espejo de la Palabra de Francois Du Toit.

Que mi jactancia sea nada más que en la cruz del Señor Jesucristo, a través de quien el mundo fue crucificado para mí y yo para el mundo. El sistema religioso y los aplausos de este mundo no me atraen. Para ellos soy como un hombre muerto. La nueva creación en Cristo es lo que importa; no si alguien está o no circuncidado. (Dios nos asoció en Cristo; cuando él murió nosotros también morimos, cuando él resucitó también nosotros resucitamos con él en vida nueva.)  

Gal. 6:14-15 The Mirror

Este ultimo comentario en paréntesis es en mi opinión, el punto mas relevante de todo el Evangelio. ¿A quien se refiere al decir ‘nosotros’?  ¿A  toda la humanidad o solo a los creyentes ?   (Ver 2 Cor. 5:14; Rom. 5:12-21; Ef. 2:1-6). Esta pregunta ha dado lugar a la polémica controversial contra la “doctrina de la inclusion”, que pelea contra el hecho de que si todos fuimos puestos en Jesús como el segundo Adán,   haciendo la obra de Jesus mayor que la de Adán,  todos hemos sido levantados con Jesucristo.   

Yo no creo que esto signifique que  todo el mundo haya sido salvo, crea lo que crea, o crea o no crea,  pues cual habría sido el propósito de Pablo de corregir las creencias de los Gálatas, o el de la misma Revelación de Jesucristo a Juan para corregir las creencias de las 7 iglesias. 

Sin embargo, no considero necesario perder el tiempo, la energía o el sueño por ello, pues te confieso, yo misma creía que ese ‘nosotros’  era solamente los que creíamos;  sin embargo, después de conocer que el que creía ‘creer’ realmente no cree, pues lo que creía no era realmente lo que creía ni lo que debía creer, sino era solo lo que se ‘le hizo creer’; asimismo,  cuando muchos ‘creyentes’ llegan a escuchar el verdadero Evangelio que declara lo que Dios cree y lo que Jesus creyó,  ellos no siempre lo creen;  de hecho, no solo no lo creen, sino aun se enfurecen  y lo acusan de ser una falsa doctrina; por consiguiente, tendríamos que comenzar por definir quienes son los que creen, y no quiero ser yo quien deje a nadie  descalificado, pues para eso tenemos a la religión y a la Ley. 

Al final, no seremos nosotros los que convenzamos a la gente de su rectitud,  o quienes les quitemos el velo de la Ley, o  quienes los persuada a creer la verdad, o los que los sellemos por haber creído (Ef. 1:13).     El Espíritu Santo  es el que llama, persuade, revela la justicia de Dios en Cristo, y da el crecimiento al que así lo acepta, por tanto no necesita de mi ayuda;  yo solo quiero dedicarme a hacerte saber lo que El a mi me ha hecho ver y  con lo que a mi me ha libertado.  Si la vida de Cristo se produce en el individuo, o no se produce,  para que pararnos de pestañas si solo la persona y el  Espíritu realmente lo saben,  «por su fruto lo conoceremos».

Dediquémonos a lo que fuimos llamados,  a  llevar la Buena Noticia por todo el mundo,  a hacerle ver a todo aquel por quién Jesus murió su pureza y perfección que ya tiene en Cristo, y no juzguemos a nadie según la carne.   Dejémosle a cada individuo el derecho de ser incluido o el de descalificarse a si mismo(a); que sean ellos quienes elijan participar o  no participar en la vida y la herencia a la que Dios nos ha llamado;   si prefieren ‘no participar’, lo cual es una de las traducciones  originales de la palabra ‘pecado’  o si deciden  por voluntad propia  ‘no ver’, que es el verdadero significado de  ‘Hades’, queda fuera de nuestro control;  si Dios no forza a nadie a participar, ni a ver,  ni a creer y recibir su amor,  nosotros no podríamos forzarlos a creer con amenazas o condiciones.  Ni aun a nuestros propios hijos  los podemos obligar a creer o a recibir su libertad, y a muchos de nosotros ese despertar no nos llegó de inmediato. 

Ciertamente, el Evangelio es ‘Poder de Dios’ para el que cree (Rom. 1:16 ), pero lo creamos o no sigue siendo el Evangelio – Cristo murió por todos.  ¿Acaso la constitución de un país es solo válida para  el que la sigue, o cree en ella? ¿Cuanto mas la Constitución Celestial de Dios?  

Dios ya hizo su juicio y dio su veredicto: constituyó a la humanidad ‘en Cristo’;  aquel que no quiere la vida de Cristo no va a producirla artificialmente  y aunque Cristo hubiera muerto por todos y levantado a todos,   la gente decide si recibe su regalo de Gracia y de vida o la rechaza. 

¿Entonces cómo procedemos?  ¿Cómo tratamos a la gente?   Amamos al creyente porque Jesús solo murió por los creyentes y al no creyente ¿lo quemamos, como lo hizo la inquisición? o ¿le cortamos la cabeza como lo hace el Jihad? 

Dejemos el papel de  acusador, y el de crear temor, juicio y consciencia de pecado a la serpiente.

Todos los interrogantes:   ¿por qué somos así?  ¿por qué no cambiamos?, ¿por qué hacemos lo que hacemos? o ¿por qué no lo hacemos? etc, se los dejamos al psicólogo,  nosotros ya comenzamos a entender por qué.    Como lo dice Francois Du Toit,   «si Dios dijo que enderezaría todos los lugares torcidos,  quiere decir que el convertirá todas nuestras interrogantes (?????)   en  admiraciones (!!!!!!)»  lo cual sucede cuando Dios se revela ante nosotros  y nos da a conocer su Gracia y su Verdad. 

Shalom y Gracia en Abundancia.

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