Sin Mancha y Sin Arruga

multitude

Habiendo descubierto los secretos escondidos en el número 15,  introduzcamosnos ahora a la simbología de este capítulo:

Entonces vi otra señal en el cielo, grande y maravillosa: siete ángeles que tenían siete plagas, las últimas, porque en ellas se ha consumado (se ha completado) el furor de Dios.  Ap. 15:1

Esto lo leemos inmediatamente después de haber leído en Apocalipsis 14 acerca de una  cosecha de sangre,  acerca de  un fuego atormentador (Ap. 14:10) y acerca de un Ángel con poder sobre el fuego (Ap. 14:18)… mas nos preguntamos ¿Por qué tanta violencia? ¿Dónde vemos su mano de Gracia aquí?    Al final de este mensaje entenderás la respuesta.

Jesús profetizó que como los días de Noé sería la venida del Hijo del hombre (Mat. 24:37-39). La historia del diluvio narra que Noé fue hallado “sin mancha” (Gen. 6:8-9); al escuchar esta palabra, la gente inmediatamente asume “pureza”  de pensamiento, palabra y obra,  mas esta palabra es el hebreo “tamiym y significa “completo”,  “entero”,  refiriéndose a una raza humana no corrompida con mezcla, ya sea con otra especie,  o con otro diseño no compatible con nuestro diseño original, a imagen y semejanza de Dios; curiosamente,  antes de Gen. 6:8 y 9, en el mismo capítulo leemos acerca de los nefilim,  nacidos aparentemente de la unión de humanos con demonios (Gen. 6:2-5); mientras que si ésto fue literal o figurativo, pudo haber representado a una raza que no se identifica mas con su creador, por lo que no puede verse en su imagen y semejanza y por consiguiente, no acepta mas el plan de Dios para la vida de su diseño.  Noé les hablo del diluvio, mas ellos no le creyeron,  ellos se burlaron de Noé, hasta el día que el diluvio llegó y se los llevó a todos.

Esta pérdida de identidad es justamente el propósito de Satanás, quien al codiciar ser “como Dios”,  estaba codiciando el papel que Dios tenía reservado para nosotros, Sus preciosos “hijos”, hechos en  su imagen y semejanza – ¡justamente como Dios!; por lo mismo,  cualquier cosa que impida que el hombre se vea en su auténtica imagen a semejanza de Dios,  sirve al objetivo de la serpiente y lo deja sintiéndose ´manchado´.  De aquí, la idea de que venimos del mono  es contraria a nuestro diseño y origen a imagen a semejanza de Dios, no solo en Adán, sino en Cristo.

Esta ‘caída’ de mentalidad fue precisamente el fruto del árbol del bien y el mal, en el cual se basa la Ley,  misma que es como un espejo distorsionado de nuestra imagen auténtica que nos revela como algo imperfecto y corto de la gloria de Dios.  Nunca podremos alcanzar la medida de la gloria de Dios a través del espejo de la Ley,  la cual demanda  mucho esfuerzo, mucha fuerza de voluntad y  mucha labor (lo cual también es contrario a nuestro diseño sabático), produciendo la ‘consciencia de pecado’, que nos hace actuar lo que creemos ser, pues como lo dice el salmo: “lo que el hombre cree  en su corazón, el tal es él” (Prov. 23:7).

Esta es la razón por la que el ser humano moderno niega no solamente su identidad en Cristo, sino la misma evolución en la que se nos ha hecho creer, pues lejos de convertirse en ‘homosapiens’, de sabiduría altamente evolucionada y avanzada, con pensamientos y acciones sublimes y constructivas, está siendo reducido a un ser irracional,  controlado por la identidad que el sistema de la bestia implanta, el cual rige sus pensamientos y obras, por lo que sus ideas de evolución y mejoramiento lo están lentamente auto-destruyendo en aislamiento, confusión, violencia y  frutos de la carne, al tiempo en que finca una coraza de papel para protegerse de su idea de “la ira de dios” con conocimiento humano: ciencia, tecnología, religión y superstición.

Esto explica por qué  durante el tiempo de Apocalipsis 15, que podríamos estar viviendo en el presente, el raciocinio del hombre se convierte en algo  “bestial”, o  diabólico, de tal manera que atraerá el fuego sobre sí mismo, tal y como sucedió con Sodoma y Gomorra (Jud. 7);  así mismo, nos explica por qué Jesús mismo profetizó que los últimos tiempos serían también como el tiempo de Lot (Luc. 17:28-30), cuando los humanos totalmente albergaron una identidad e imagen ajenas a su diseño original; el mismo  Ap. 14:10 nos habla de que multitudes serían arrastradas al destino reservado para él diablo y para sus ángeles – al fuego eterno (Ap. 14:10).  ¿Qué quiere decir todo ésto bajo el lente de la Gracia?

Acerca de este fuego aprenderemos un poco en este capítulo y otro poco al llegar al Capítulo 19.  Por hoy sólo quiero darte la Buena Noticia: ¡Este juicio ya se ha llevado a cabo en la Cruz! De hecho, ¡el fuego simboliza la Cruz!   Recordemos lo que era el altar de bronce, usado  para  quemar continuamente los sacrificios – ¡una figura profética de la Cruz! – nuestra piedra de toque, a través de la cual la escoria es separada del oro. Este altar se encendía con piedras de azufre, mismo que en la antiguedad se consideraba como un tipo de incienso divino, por sus poderes purificadores, limpiadores y curativos,  los cuales se conocen hasta el día de hoy, principalmente en las ciudades en donde las aguas de manantiales son aun preservadas, como lo fue algún día la Ciudad de Aguascalientes.

Recordemos también lo que Dios le dijo a Isaias cuando tocó sus labios con un carbón encendido:  “Tu culpa es removida y tu pecado es perdonado” (ver Is. 6:7).  La Cruz es el fuego que purificaría a la raza humana de esta culpa y de este pecado, y al igual que el fuego separa la escoria del oro,  la Cruz de Jesús nos ha separado de aquello que nos destruia,  – una purificación total que alcanzaría el fondo de nuestro ser – nuestro espíritu, por la cual seríamos restaurados a nuestro auténtico ser,  aunque no siempre se tenga consciencia de ello a nivel ‘alma’, para lo cual el Evangelio nos fue anunciado.

De hecho,  la palabra restaurar en el hebreo (שׁוּב – shuwb) significa ‘regresar’ a nuestro origen.   Como en el Salmo 23, cuando dice “restaurará mi alma”,  usa la palabra shuwb, lo cual en el español se tradujo como ´confortará´ mi alma; mas confortar no es lo mismo que regresar.  Curiosamente, un salmo antes, el Salmo 22,  precisamente el Salmo de la Cruz, al llegar al verso 27 leemos que “Ellos se “acordarán” y volverán al SEÑOR de todos los confines de la tierra”.   Pedro nos dice en su primera epístola, en el versículo 9, que aquel que no desarrolla virtud sobre virtud, es porque “se le ha olvidado que ha sido perdonado”.   Hemos aprendido en capítulos anteriores acerca del significado del perdón, por el cual fuimos separados de nuestra vieja imagen y restaurados a nuestra verdadera identidad. Todo es congruente.  Francois Du Toit lo sumariza de esta hermosa manera:

¡Mis ¹muy queridos hermanos! ¡Refúgiense en la imagen y semejanza de Dios en ustedes y allí encontraran que la imagen ²distorsionada (²idolat­ría) pierde su atracción! (Muy queridos amigos, traducida de ¹agapetos; ¡Conocer el ágape de Dios es conocer nuestra verdadera identidad! La palabra ágape, viene de agoo, significando guiar, como un pastor guía a sus ovejas, y pao, descansar, como en Salmos 23, “Junto a aguas de reposo me pastoreará, ‘confortará’ (restaurarà) mi alma,” ¡Por las aguas que reflejan mi verdadera identidad yo sé quien soy! ¡Ahora puedo enfrentar el valle de sombra de muerte sin temer mal alguno!”)  1 Cor. 10:14, Biblia de Estudio El Espejo, 

Por lo anterior, este juicio, lejos de mostrar a un Dios injusto y cruel, nos muestra a un Dios que ama con ‘pasión’ (del griego orge, traducido como ira) a la raza humana,  quien contrario a los monos, tuvo el privilegio de ser hecha  a la misma imagen de Dios, por lo que todo aquello que vaya contra su perfecta imagen divina se levanta contra el mismo Dios, atrayendo fuego sobre sí mismo que comprobará el valor real de tal aseveración.  mas ésto no es tan malo como creemos:

También en palabras de Francois Du Toit,

El lago de fuego y azufre representa el ambiente de un compañerismo de fe, en la autoridad de la luz, donde el reino de Agape disuelve el dominio de la obscuridad.  Esta es la imagen que Jesús describió en Mateo 16, cuando habló acerca de Su Iglesia, fundada en el descubrimiento de que el hijo del hombre es ciertamente el Hijo de Dios, y en este entendimiento en que la humanidad descubre su filiación o identidad de hijos, las Puertas del Hades serían desenganchadas y la humanidad aprisionada sería puesta en libertad.  Jesús construye Su Ekklesia [de ek – origen, y kaleo – apellidar; identidad original] ¡y las puertas del Hades no prevalecerán contra ti! [La palabra Hades, de la partícula negativa ha, y eido – ver “no ver”]. La ceguera de la raza humana no prevalecerá contra la revelación del Hijo del hombre como la descendencia de Dios – este es el triunfo de la Ekklesia! “¿No acaso nuestros corazones ardían dentro de nosotros mientras él nos hablaba en el camino, mientras nos abría las Escrituras?” Luc. 24:32

Un ardor similar es el del Lago de Fuego.   De hecho, al principio de Ap. 15 vemos a una multitud parada sobre un un mar como de vidrio mezclado con fuego, como el cristal líquido. Imagina el ardor incandescente de un cristal en fundición; curiosamente, no eran los pecadores, sino los vencedores, y no se les veía gimiendo ni llorando con crujir de dientes, sino alabando a Dios cantando al sonido de sus arpas.   Pasaban por el fuego pero no se quemaban…..

Vi también como un mar de cristal mezclado con fuego, y a los que habían salido victoriosos sobre la bestia, sobre su imagen y sobre el número de su nombre, en pie sobre el mar de cristal, con arpas de Dios.  Ap. 15:2 RVA-2015.

Nota aquí la palabra “fuego”; siguiendo esta lógica, veremos que este grupo ardía de  amor, de fe, de gozo, porque salió victorioso – “nikaō”, palabra griega también  usada  en el mensaje a las Iglesias en Apocalipsis 2 y 3, de las cuales aprendimos que  “el que venciere”  significa “el que creyere”,

Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.  ¿Y quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? 1 Juan 5:4-5

Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo:

“¡Grandes y maravillosas son Tus obras, oh Señor Dios, Todopoderoso!
¡Justos y verdaderos son Tus caminos, oh Rey de las naciones!
 ¡Oh Señor! ¿Quién no temerá y glorificará Tu nombre?
Pues sólo Tú eres santo;
Porque todas las naciones vendrán y adoraran en Tu presencia,
pues Tus justos juicios han sido revelados.”  Ap. 15:3-4

Yo creía que esta multitud  eran los  creyentes de la Gran Tribulación,  mas no es así.  Esta escena nos muestra a una humanidad “restaurada a imagen y semejanza de Dios”, al haber abierto sus ojos a su inclusión en Cristo a través de Su obra redentora. Ellos son los  que lograron establecerse en su verdadera Identidad de hijos en total inocencia y aceptación.  ¡Aleluya!

Recuerdo una ocasión que alguien me dijo que la joyería de oro se limpiaba en agua hirviendo con jabón.  Teniendo un trébol de cuatro hojas de oro como mi única riqueza material,  lo herbí en agua jabonosa mientras me recosté por 5 minutos.   El olor de metal quemado me despertó un corto tiempo después, descubriendo mi valiosa posesión totalmente carbonizada, pegada al fondo de la cazuela, dejándome oficialmente pobre.  Medio siglo después, durante el incendio de NotreDame, la prensa publicó la imagen de una cruz en llamas, brillando al rojo vivo en  el centro del altar.   Yo no sabía que el oro no se carboniza. Fue hasta ese momento cuando me di cuenta que aquello que yo consideraba de alto valor, resultó ser pura escoria y pura falsificación.  Una piedra de toque me habría salvado de tal vergüenza.    Esta es una analogía de lo que el mundo bajo el cristianismo falsificado descubrirá, el cual en los capítulos anteriores descubrimos ser “La Bestia”.

Tristemente, la iglesia cristiana moderna ha perdido el verdadero evangelio, y ha heredado en su lugar un pseudo evangelio no basado más en la justificación del hombre como un regalo de Dios, a través de su Hijo Jesús,  sino basado en la justificación del hombre, a través de las obras de la religión o de la Ley  de Moises (Gal. 5:4),  de la cual Jesús precisamente nos redimió  al derramar toda su sangre en la Cruz  (Col. 2:14; 1 Pe. 1:18; Rom. 7:4; Gal. 2:19; etc.), para poder separarnos del pecado que esta Ley produce en nosotros (Rom. 7). Este pseudo evangelio produce vidas estériles, en lugar de  la Vida Abundante de Jesús, o una pobre imitación de la misma, incapaz de producir fruto en nosotros por el Espíritu de Dios, tal como el amor y la aceptación hacia los demás, el gozo, la paz, la paciencia, la generosidad, el perdón etc., todo sin esfuerzo de nuestra parte, tan solo al  recibir la revelación de lo que somos en Cristo, como lo anuncia el Evangelio de Gracia (Col. 1:3-6).   De aquí que el cristianismo falsificado, como lo estudiamos en los capítulos anteriores,  no se refiere a una denominación específica, sino a la religión sin revelación de nuestra inclusión y nuestra unión inseparable en Cristo, desde su crucificción hasta su resurrección, ascención y asentamiento en las alturas junto con Cristo, junto con todos los demás humanos de todas las razas, naciones y colores.

Efectivamente, Cristo ha quedado unido para siempre, en una unión amachimbrada, con su humanidad redimida, los ‘apellidados con su nombre’, una iglesia “sin mancha”  y “sin arruga”;  esto no se refiere a gente perfecta bajo la Ley o bajo la carne,   sino a una “Nueva Criatura” que ha sido  totalmente restaurada a la imagen de Dios, revelada en su Hijo Jesucristo; lo cual es el mensaje central del verdadero Evangelio sin adulterar. Tengo que enfatizar “el verdadero”,  porque sólo este Evangelio nos desengancha del sistema de la Ley,  cuando al vernos reflejados en Cristo como nuestro verdadero y auténtico espejo, somos transformados en su imagen, por Su Espíritu (2 Cor. 3:18), aunque la transformación no nos hace “sin mancha y sin arruga”, pues ya lo fuimos desde  la Cruz.

La vida de Cristo en ti fluirá cuando tu estes consciente de esta verdad y nunca sin tu consentimiento.   El espera paciente el momento del despertar de la humanidad a la verdad de su pasión por nosotros, como un novio espera el “Si” de su amada al darle a conocer su amor.    El día de su ‘furor’ donde el yugo nos fue levantado y los presos fueron dejados libres ya sucedió.  No te quedes atrás.

Esta multitud habrá vencido la presión de adquirir la identidad “marca Bestia”y no comprarán su agenda,  no recibirán su creencia acerca de si mismos,  no se identificarán con ella, pues han ´recordado´su identidad en su Salvador; mas que sucede con los que abrazan la identidad equivocada? aquellos que no pueden entrar, aquellos que aun no ‘recuerdan’ su identidad, por lo que abrazaron totalmente la identidad marca “bestia”;  de ellos tendremos oportunidad de hablar en los siguientes mensajes.

Shalom y Gracia en Abundancia

Rev. Fev. 2020