Jesús es nuestra eterna intercesión
Escuchemos hoy la frustración del Apóstol Pablo por causa de la ceguera espiritual de su pueblo; era tanto su celo por sus propios hermanos, que en más de una ocasión arriesgó su vida por llevarles este evangelio, a pesar de que su comisión era solo para los gentiles (Hechos 13:42). Más los sacerdotes de aquel entonces, quienes representaban al pueblo entero delante de Dios, rechazaron a Jesús, no sólo cuando pidieron que le crucificaran, diciendo: ‘No tenemos más rey que el Cesar”, sino repetidamente, hasta el día que Pablo trató de persuadirlos en Alejandría por última vez. (Hechos 28:23-27)
Fue en ese momento cuando el plan de salvación para nosotros los gentiles fue “oficialmente” lanzado, suspendiéndose en ese momento el de los judíos, cuando Pablo les dijo a aquellos líderes:
“Ustedes tuvieron su oportunidad. Los no judíos de afuera son los siguientes en la lista y créanme, ellos lo van a recibir ¡con los brazos abiertos!” Hechos 28:29
Basado en lo anterior, entendemos por qué Pablo exclama en Romanos 10
19 Y añado: ¿Acaso Israel no sabía?
En primer lugar, Moisés dice:
“Yo los provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo; con un pueblo sin entendimiento los provocaré a ira.”
20 E Isaías es muy osado, y dice:
“Fui hallado por los que no Me buscaban;
Me manifesté a los que no preguntaban por Mi.”
21 Pero en cuanto a Israel, dice: “Todo el día he extendido Mis manos a un pueblo desobediente y rebelde.”
Mas lejos de enfocarnos en la rebeldía de Israel, o en su ceguera espiritual, enfoquémonos en la Gracia infinita de nuestro Padre y su Amor inagotable con sus ovejas perdidas, pues a ellos le debemos que Él nos haya encontrado a nosotros mismos cuando andábamos perdidos, como el pueblo de Israel.
Sin embargo, es importante que los cristianos entendamos que la iglesia no ha venido a reemplazar a Israel, como algunos están enseñando. La iglesia, compuesta hoy de gentiles, así como de una minoría de judíos, tiene su lugar sentada junto con Cristo, más Israel aún sigue siendo la “Niña de los Ojos de Dios”, y aquel que lo toque, aquel que lo maldiga, contra el mismo Dios se estará levantando. (Zac. 2:8)
Por otro lado, algunos líderes cristianos se están levantando para llevar al Pueblo de Cristo de regreso al judaísmo y los están atando a su simbolismo que completamente declara que Cristo nunca vino, pues estos símbolos eran solo la sombra de aquello por venir, cuya esencia es el mismo Jesucristo.
Por ejemplo, algunos enseñan que porque Jesús oraba con el Tallit en la cabeza, así debemos orar, y ponen el Tallit a la venta, mas Jesucristo estaba cumpliendo la Ley, por tanto hoy no necesitamos comprar este Tallit, mucho menos cuando lo hacen para atar a la gente al Ministerio de Muerte (Los Diez Mandamientos), y ponerla bajo la maldición de la Ley que Cristo ya llevó sobre su cabeza. Por cierto, el Tallit también se conoce como “Alas” pues los hebreos lo llevaban colgando sobre el cuello sin saber que era el Símbolo de la Gracia de Dios que vendría ¡por Jesucristo! “aquel que traería sanidad en Sus Alas”. Por lo anterior, a menos que sea para dar a conocer a otros lo que Jesús hizo, tu no necesitas comprarte tu Tallit.
Las fiestas y celebraciones judías todas apuntan a Jesucristo y a su obra redentora y la mejor manera de festejarlas es estando conscientes de que Él mismo vino a cumplirlas. Jesús es nuestra pascua, Él es nuestro Pan sin Levadura que quitó nuestro pecado y nos dio la Vida; Él es nuestros “Primeros Frutos“, al resucitar de los muertos, Su Santo Espíritu es nuestro Pentecostés.
Así mismo, Cristo es nuestro Sabbath, nuestro Jubileo, Nuestra Minora, la Luz del mundo, nuestro altar de incienso, nuestro pan de la propiciación, Él es nuestra Arca del Pacto, y nuestro Asiento de Misericordia y El mismo salpicó este asiento con su sangre 7 veces. La mejor manera de celebrar estas Fiestas es creyendo lo anterior y no con obras y rituales que niegan que El ya vino.
Nuestro Día de Trompetas está cerca. Nos queda poco tiempo para poner los ojos en la esencia QUE YA VINO y declarar que CONSUMADO ES!
Shalom
