La Incredulidad no Anula la Verdad pero nos Depriva de Ella

En esta ocasión quise traducir para ustedes este corto mensaje de mi amiga Julie Batchos, de Michigan, a quien tuve el gusto de conocer en persona hace un par de meses.   Julie, junto con su esposo Jason, en cierta ocasión que su pastor predicó acerca de “codiciar los dones mayores”,  ambos oraron por el don de profecía, recibiéndolo casi simultáneamente.

Curiosamente, cuando ellos comenzaron a moverse en lo profético, ministrando al cuerpo de Cristo ‘bajo el Nuevo Pacto’, es decir,  con palabras de edificación y aliento,  el liderazgo de su iglesia los exhortó a ‘arrepentirse”, por lo cual no pudieron continuar ahí, y hoy se dedican a ministrar al Pueblo de Dios en donde los llamen,  invitando a la gente a conocer el Amor y la benignidad de Dios, y enseñándo al que así lo desee a escuchar de Dios por si mismo.

Durante el día, ella comparte a través de  Facebook lo que el Señor le habló, y este mensaje tiene todo que ver con lo que yo hablé acerca de cual es el pecado realmente,  y por qué nuestras obras no son tan importantes para Dios como nuestras creencias acerca de Él y acerca de lo que somos,   que nos hará actuar en base a lo que creamos, sea verdad o mentira, mas no porque creamos la mentira,   la verdad dejará de ser verdad. Ella te lo explicará mejor que yo y al llegar al final te darás cuenta de su corazón por la gente,  y  cómo la verdad cambiará tu opinión no solo de ti mismo sino de la gente a tu alrededor.

Shalom y Gracia en abundancia.