La Guiansa de Los Hijos

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Hemos visto la importancia de ver a Dios como Abba Padre y no sólo como Señor, pues solo cuando tengamos la revelación de que Su Espíritu nos hizo verdaderos Hijos, podremos posicionarnos como tales, no solo para heredar promesas en esta tierra y en esta vida, sino para ocuparnos de los negocios de nuestro Padre.  Esta revelación nos  dará “un corazón tras el corazón de Dios”,  y su corazón siempre fue su Hijo Jesucristo. Recordemos que El es nuestra herencia. No heredamos simples cosas, lo heredamos a El.   Él es nuestra rectitud, nuestra santificación, nuestra sanidad, nuestra provisión, nuestra protección,  “El más que suficiente”.

Por lo mismo Cristo dijo

No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.  Mat. 7:21

Porque ésta es la voluntad de Mi Padre: que todo aquél que ve al Hijo  y cree en El, tenga vida eterna, y Yo mismo lo resucitaré en el día final. Juan 6:29 y 40

El creer en Jesús es la voluntad de Dios.  Esta es la obediencia de la fe;  el creer en Él nos otorga ese Espíritu de Adopción por el cual podemos llamarle “Abba Padre”.

Es solo bajo ese Espíritu de “adopción” bajo el cual podemos ser guiados

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios… El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos glorificados con El  Rom. 8:14 y 17

La guiansa del Espíritu comienza en nuestro corazón, un corazón no más de piedra, sino de carne,  sensible a su voz.  A traves de nuevos deseos El nos guiará y siempre será para sacarnos de esclavitud a libertad, de derrota a victoria, de pobreza a prosperidad, de tinieblas a luz; por tanto, no debe haber temor en seguir su voz,  tampoco debe haber prisa.

Su Espíritu nunca nos empujará, ni nos  presionará o forzará a hacer algo que no queremos, como el ir de misioneros, o dejar nuestra carrera, o casarnos con alguien, a menos que esto venga como un deseo ferviente de nuestro corazón y que Él nos ponga no solo el querer sino también el cómo hacerlo.

porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Fil. 2:13

 Ahora pues, acaben también de hacerlo; para que como hubo la buena voluntad para desearlo, así también la haya para llevarlo a cabo según lo que tengan. 2 Cor. 8:11

El Espíritu Santo NUNCA te guiará a hacer algo en contra de su Palabra de Gracia, ni en contra de la Vida, pues su Espíritu es Espíritu de Vida, de Amor, de Poder y de Dominio Propio.  Al contrario,  son los que NO tienen este Espíritu de Vida los que quitan la vida  (1 Juan 3:15)    Cuando la vida de Su Hijo está en nosotros,  su Espíritu solo nos conducirá a aquello que es abundancia de Vida y a aquello que  exalte el nombre de Su Hijo Jesucristo.

La guiansa de Su Espíritu será parte de tu herencia como Hijo de Dios y el que perseveres en Su Palabra de Gracia hará esa voz cada día mas clara para ti.

Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y Me siguen.  Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano.  Mi Padre que Me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.

Juan 10:27-30

Shalom.

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