La Dádiva fue Mayor

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Pero no sucede con la dádiva  (la Gracia)  como con la transgresión. Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, mucho más, la gracia de Dios y el don (el regalo o la dádiva) por la gracia de un Hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos. Tampoco sucede con el don como con lo que vino por medio de aquél que pecó; porque ciertamente el juicio surgió a causa de una transgresión, resultando en condenación; pero la dádiva surgió a causa de muchas transgresiones resultando en justificación.  Rom. 5:15-16

Leemos que la transgresión de Adán dejó al hombre “muerto” en su espíritu y condenado a en su alma y en su cuerpo. Génesis 3 relata que el hombre desconfió del amor de Dios y comió del árbol equivocado. Este no era el árbol del conocimiento del mal, el bien estaba incluido – mezclado con el mal. El árbol de la Vida no tenia mezcla, era pura vida y vida pura, mas de este árbol el hombre no alcanzó a comer, pues el hombre fue entregado al diablo, a quien se había unido como por un contrato, y la vida en el huerto quedó fuera de su alcance.

La Biblia dice que Jesús vino a deshacer las obras del diablo (1 Juan 3:8), mas ¿como fue que las destruyó?

Por la Transgresión del Primer Adán que vino de la tierra Por la Dádiva de Gracia de Jesucristo – el Segundo Adán que vino del cielo
El hombre olvidó  su  verdadera identidad :  “creado a la imagen de Dios” y cayó al ser tentado Jesús nunca olvidó que El era El Hijo Amado de Dios. (Mat. 3:17)  y no pudo ser tentado.
Al comer de ese árbol, el hombre murió de su espíritu Jesús murió para que por su Espíritu nuestro espíritu pudiera ser vivificado al creer en El (Juan 3:7; Rom. 8:11 y 13)
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales  (Gen. 3:7) Cuando el nuevo hombre nace de su espíritu, sus ojos le son abiertos para verse cubierto con la rectitud de Cristo. (Is. 61:10; Gal. 3:27; Rom.13:14) .  No tiene que usar mas su propio esfuerzo, o su propia justicia para cubrir su desnudez ante Dios

Adán y Eva oyeron al Señor y se escondieron de su presencia,  Dios los buscó y los llamó por nombre y el hombre respondió:

Te oí en el huerto, tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí.”  (Gen. 3:8-10)

Hoy el hombre no tiene que esconderse más de Dios, ni taparle el ojo con un dedo, pues ya no es culpable de nada, su pecado ya no le es imputado. Al recibir la rectitud de Cristo, quedamos re vestidos de Su gloria y hermosura, y ya podemos venir de nuevo al Padre sin verguenza; hoy podemos oír la voz de Dios y venir a El confiadamente a su trono de Gracia (Heb. 4:16), pues Dios ya no está enojado con nosotros (Heb. 8:12) Su perfecto Amor hecha fuera el temor, (1 Juan 4:18)

La culpa hizo que el hombre y su mujer  se justificaran a si mismos y se culparan entre si: “ fue la mujer que me diste”, “fue la serpiente que me engañó”

Habiendo sido justificados y limpiados de toda consciencia de pecado y de toda culpa (Heb. 10:2) podemos decir: Soy La Rectitud de Dios en Cristo (2 Cor. 5:21)

El hombre había quedado unido a la serpiente, a quien le dio su autoridad

 Cristo nos ha dejado unidos a El para siempre (1 Cor. 6:17) y nos ha restaurado nuestra autoridad de reinar sobre el diablo
Dios en su Gracia los cubrió con piel de animales, esto quiere decir que animales fueron sacrificados para cubrir al hombre.  Jesucristo fue sacrificado para cubrirnos para siempre con su sangre que habla mejores cosas que las de Adán, la cual es nuestra protección
Dios los expulsó del huerto y los maldijo, quedando condenados al dolor y al trabajo pesado  (Gen. 3:16-19)  Cristo ha roto el velo, hoy tenemos acceso al Padre para pedir y recibir

Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, habiéndose hecho maldición por nosotros, …. a fin de que en Cristo Jesús la bendición de Abraham viniera a los Gentiles, para que recibiéramos la promesa del Espíritu mediante la fe Gal 3:13

y al oriente del huerto del Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba en todas direcciones para guardar el camino del árbol de la vida. Gen. 3:24 En el hebreo, la descripción para “espada encendida” es “lenguas de fuego”. Hoy esa espada encendida ha sido puesta en nuestra boca para entrar en la presencia de Dios con adoración y alabanza.
Dios impidió que la raza humana sin Su Espíritu de Vida pudiera comer del Árbol de la Vida y vivir para siempre conociendo el Bien y el Mal .(Gen. 3:22) Dios ha permitido al hombre vivificado comer del árbol de la Vida para que no tenga que llevar la carga de conocer el Bien y el Mal, sino por la fe en su Hijo Jesucristo, el Pan de Vida.
Adán fue creado  de la tierra y vivió de su dureza con estrés y angustia La nueva creación ha sido re-creada del Espíritu para que viva en reposo de su Gracia, con gozo y paz, sentado junto con Cristo, en las alturas.

  Lo que comenzó en un huerto, terminó en otro huerto: el de Getsemaní, que significa: “Prensa de la Oliva”; El aceite de Oliva en el Viejo Testamento simbolizaba el Espíritu Santo que el segundo Adán nos haría disponibles, pues en este huerto  Jesús sería “aprensado” por primera vez, de manera que las primeras gotas de sangre fueron derramadas de su frente para redimir al hombre del sudor de su frente que es el estrés; al final, subió al Gólgota, conocido como “La Calavera”   donde a la cabeza de la serpiente ha sido aplastada .   Eva surgió del costado de Adán,  la Iglesia surgió del costado de Jesús.   Su Nueva Creación en Cristo Jesús ha sido mayor que la primera.

Shalom