Gracia que Persigue

Para Siempre Es Su Misericordia

Ayer escuchaba de alguien que decía: “Nosotros estamos bien sin Jesús,  nos va bien económicamente y no tenemos problemas como algunos cristianos que conocemos que parece que siempre tienen problemas y viven en pobreza.”  Esto me entristeció mucho, pues parece que  esa persona “muerta espiritualmente”  conoce a algún o algunos cristianos   como yo lo fui,  que quizá están enfrentando aflicciones que Dios no planeó  para ellos.

Más antes de que continúe quiero decirte que aún cuando la vida del verdadero cristiano pudiera ser de terrible sufrimiento – que no lo es,   100 años de terrible sufrimiento en nada se comparan con una eternidad en el infierno.    En el peor de los casos,  si muriéramos de nuestros sufrimientos,  de nuestras enfermedades o situaciones, morimos vencedores, pues  con el simple hecho de tener la vida de Cristo,  que es eterna,  ya ganamos. En ese momento nuestra verdadera vida comienza,  donde este cuerpo que nos ata a los cinco sentidos, a sentimientos y emociones dolorosos,  a hambre,  mal olor y mucho mantenimiento ya no nos estorba.

Aquellos que viven y mueren sin Cristo por no tener problemas enfrentan un problema eterno; más esta vida ofrece tantas cosas buenas que se nos olvida que son temporales.  Sin embargo, la vida sin Cristo es solo un castillo de arena y sólo permanecerá hasta que la primera ola le caiga.  (Mat. 7:24-27)

Por el contrario,  la aflicción de aquel que edifica sobre la roca,  Jesucristo,  como lo aprendimos antes, trae gozo y mucha ganancia, además de la vida eterna; recordemos también que cuando vivimos bajo su Gracia vivimos bien abastecidos, pues nuestro Padre es rico.  Nuestra aflicción que viene de fuerzas opositoras y atentos del diablo de robarnos la Semilla   es “momentaria”,  mientras nuestro  proceso de aprendizaje y crecimiento se llevan a cabo.

Lo importante es que sepas que aun de los sufrimientos causados por necedad o ignorancia,  aun por rebeldía,  como lo leemos en el salmo 107, Dios está dispuesto a librarnos y todo

No mas lágrimas

Perdonados para Siempre

será a través de la fe. Mas si ésta fuera  la causa de nuestros sufrimientos, no podemos decir que esas son las aflicciones del cristiano y no porque nos libre una y otra vez quiere decir que está bien volver a meternos en aprietos.

El Salmo 23 encierra el secreto.   Este Salmo es 99% acerca de – la Gracia de Dios – nuestro descanso.  Ese 99% sumariza todo lo que Dios hace por sus ovejas:

El Señor es mi Pastor –  nada me faltará.   Me hace descansar en verdes pastos junto a aguas de descansorestaura mi alma,  me guía por senderos de justicia – de rectitud… de descanso….  (Salmo 23: 1-3)

Llegamos al versículo 4, el cual contiene el 1% de nuestra participación:

Aunque yo pase por valle de sombra de muerte…”-  no dice: “Aunque Dios me haga pasar”,  dice: “aunque yo pase”. Esta palabra en el hebreo es “yalak”  y significa caminar,   apartarse, irse, separarse –  proceder independientemente.

El Buen PastorMás su Gracia de inmediato se hace evidente: aunque nosotros por decisión o error pasemos por caminos tenebrosos, no debemos temer porque El está con nosotros y Su vara y su cayado nos infunden aliento.    Algunos hemos sido enseñados que con su vara nos golpea para enseñarnos y con su cayado nos impide apartarnos.  Por el contrario,  aunque en estos días los pastores de ovejas no son comunes en nuestra vida diaria,  si conoces a alguno, especialmente en Israel, te explicará que la vara del pastor es usada para espantar a los lobos y que el cayado le ayuda a rescatar a las ovejitas cuando éstas se caen en una zanja o entre las rocas.

Así es como  nos infunde “aliento”;  en el hebreo la traducción de esta palabra es “consuelo”,  “confort”,   – descanso,  tal y como un padre consuela a su chiquito cuando por no escucharlo  se cae y se lastima.   Si es un  padre amoroso no levantará a su pequeño del suelo para gritarle y golpearlo, pues en la caída el niño recibió la corrección;   solamente lo abrazará y limpiará sus lagrimitas de sus ojos y le mostrará su amor con palabras dulces hasta que su chiquito  deje de llorar.

Así es como Cristo, nuestro buen Pastor nos libra de nuestras propias “destrucciones”,  (que es la palabra usada en la versión “King James”  en lugar de “aflicciones”  (Sal. 107:20));  no es a varazos como El nos pastorea mi hermano(a),  ya puedes descansar.  Aún el Apóstol Pablo  tuvo que ser “consolado”  cuando se metía en aprietos.  No creas que Él fue la excepción.  El era extremo,  esa era su personalidad,  por lo mismo Jesús lo escogió,  pues solo alguien con tanta pasión querría llevar el evangelio a los gentiles que no conocían al Dios de Israel.  Más él aprendió la lección y de él aprenderemos en el siguiente mensaje.

A pesar de que muchas veces nosotros mismos nos auto-infligimos nuestras aflicciones, Dios nos sienta en su mesa preparada por El mismo,  como a Mefiboset,  frente a todos nuestros enemigos,  y unge nuestra cabeza con aceite.   (23:5) El aceite en la cabeza representa a su Espíritu en forma de sabiduría de lo alto para que ya no nos metamos en problemas; éste será su proceso hasta que aprendamos a vivir de esa sabiduría y de esa benevolencia, cuando nuestra copa estará rebozando.   En ese momento podremos decir con seguridad:

“Ciertamente ‘El bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,  y en la casa del Señor moraré por largos días”. Salmo 23:6

Este verso debe ser nuestro enfoque aun en medio de toda situación adversa.  El vivir este verso es la promesa para aquellos que recibimos su abundancia de Gracia y su regalo de Justicia (Rom. 5:17)  y esta promesa es para tus días en esta vida,  antes de que mores en la casa del Señor por toda la eternidad.

Shalom