El Mediador de Nuestra Paz

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El Joven Eliu. (Job 32 y 33)

Si hiciste tu tarea, leíste acerca de Eliú y su discurso a Job y a sus amigos, quienes peleaban por la razón:  –yo soy justo,  –no lo eres, –si lo soy, –mientes…. El nombre de Eliú significa ‘Él es Mi Dios’,  un joven con la sabiduría de Dios,  quien tipifica a Jesucristo.

Mis palabras proceden de la rectitud de mi corazón, Y con sinceridad mis labios hablan lo que saben. El Espíritu de Dios me ha hecho, Y el aliento del Todopoderoso (Shaddai) me da vida. (Job 33:3-4)

Yo, al igual que tú, pertenezco a Dios; Del barro yo también he sido formado.   Job 33:6

Aquí oímos a nuestro amado Jesús hablando, pues sabemos que aunque Jesús es 100% Dios, nació 100% hombre para poder tener jurisdicción sobre la humanidad y poder pagar el precio que ninguno podíamos pagar.

 Mi temor no te debe espantar, Ni mi mano agravarse sobre ti. (Job 33:7)

Nota cómo el temor a Dios no es miedo,  sino gran reverencia ‘temor y temblor‘ ¡adoración!   En seguida  Eliú le dice a Job:

Ciertamente has hablado a oídos míos, Y el sonido de tus palabras he oído:

‘Yo soy limpio, sin transgresión; Soy inocente y en mí no hay culpa. Dios busca pretextos contra mí; Me tiene como Su enemigo. Pone mis pies en el cepo; Vigila todas mis sendas.’

Y Eliú le dice a Job que está equivocado:

 He aquí en ésto no has hablado justamente….: Job 33:9-12

Job se consideraba “inocente en sus propios ojos”  (Job 23:10-12; 29: 11-17; 33:1) Su justicia estaba basada en su auto-justificación, y no tanto en la del Dios que justifica (Rom. 4:5). No solo Job insistía que Él era justo, sino que Dios era “injusto” y que lo estaba agarrando “de puerquito”.

Mas oímos con que dulzura Eliú – “El Es Mi Dios” le habla a Job y le da a conocer las “Buenas Noticias” de la infinita Gracia de nuestro Dios para con el hombre afligido y oprimido por el diablo.

 Entonces El abre el oído de los hombres, Y sella su instrucción,

 Para apartar al hombre de sus obras, Y del orgullo guardarlo; Libra su alma de la fosa Y su vida de pasar al Seol (región de los muertos).

  Nota como la auto justificación es considerada ‘orgullo’, pues en Isaías leemos que  “nuestras mejores justicias eran como trapos de inmundicia” Is 64:6.  Job fue el primer libro que se escribió de toda la Biblia, aún antes que el Libro de Génesis.  Aquí vemos que el anhelo de Dios,  desde el principio, era apartarnos de nuestras obras, lo cual logró en la persona de Jesús, en quien  nos movemos y respiramos y tenemos nuestra existencia,   por el triunfo de Su trabajo Consumado  en la cruz en representación nuestra y no por nuestra propias obras.

Porque el que ha entrado en su reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. Heb. 4:10

Eliú continúa hablando del hombre:

Si tuviera cerca de él Algún elocuente anunciador muy escogido  Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de descender al sepulcro, Que halló redención.   Job 33:23-24 RVA

Su cuerpo recobra la lozanía de un niño, y vuelve a regocijarse como en su juventud. Job 33:25 (RVC)

Entonces orará a Dios, y Él lo aceptará, Para que vea con gozo Su rostro, Y restaure Su justicia al hombre. Job 33:27  (NBL)

Eliú dice que cuando nuestro mediador  rescata a un hombre, Dios tiene Gracia para El.  Lo renueva y lo restaura.  La respuesta está en el mediador que paga el rescate y restaura  al ser humano.  Ese mediador es Dios mismo en la persona de Jesús.  Él es el que pagó el rescate con su propia sangre para redimir al hombre muriendo nuestra muerte. No existe otro mediador,  la Biblia es clara y específica al respecto:

Estaba asombrado al ver que nadie intervenía para ayudar a los oprimidos. Así que se interpuso él mismo para salvarlos con su brazo fuerte, sostenido por su propia justicia.  Isaías 59:16

Busqué entre ellos alguien que levantara un muro y se pusiera en pie en la brecha delante de Mí a favor de la tierra, para que Yo no la destruyera, pero no lo hallé.  Ezequiel 22:30

Dios mismo no encontró a NINGUN hombre (¡ni mujer!)  que se pudiera parar en la brecha por nosotros,  alguien que pudiera reunir el requisito de perfección  para la propiciación de nuestros pecados, por tanto,

Jesús salió, portando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y Pilato les dijo:  fire «¡Aquí está el hombre!»  Juan 19:5

¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.  ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros  Rom. 8:34,

En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos.” Hechos 4:12

Aquí  Eliú le dice a Job que aquel que recibe a su mediador:

Declarará a sus amigos: “Pequé y torcí la verdad,  pero no valió la pena. Dios me rescató de la tumba  y ahora mi vida está llena de luz”.  Job 33:28 (NTV)

Con tal bondad nos trata Dios cuantas veces sea necesario,  para librarnos de caer en el sepulcro y alumbrarnos con la luz de la vida.  Job 33:29-30 (RVC)

Reconocer que no existe justicia  en nosotros por nuestras obras y que Jesús es nuestra única Justicia,  es el primer paso para experimentar la vida bajo Su Gracia. Fue un intercambio divino, sin nuestro conocimiento o consentimiento: nuestra distorsión a cambio de su justicia, nuestra maldición a cambio de su bendición. Puede que sólo le conozcas de oídas.  Más al alégrate, pues Él te ha conocido siempre, desde antes que estuvieras en el vientre de tu madre,  y conocer la verdad que Él conoce acerca de ti te persuadirá de Su amor  y del valor que él ha depositado en ti, te hará olvidarte  de  la aflicción. Nunca podrá estar lejos de ti.  Él vive en ti.

Shalom

Revisión: Enero 2024