El Exodo Cristiano

Los esclavos Hebreos son remunerados por 400 años de trabajo forzado sin paga

Si leíste el mensaje anterior,  te preguntarás: ¿Cómo puedo librarme del Sello de la Bestia – el 666?

Aunque mucho se ha especulado y enseñado al respecto, me alegra decirte que nada de lo que se ha enseñado será como lo habíamos creído o interpretado. La buena noticia es que una nueva perspectiva del Libro de Apocalipsis – bajo la lógica del Nuevo Pacto, está por publicarse en el año 2020, la cual intentará darnos a toda la gente de habla hispana una vista 20/20 en el área espiritual, lo cual no será buena noticia para aquellos autores, maestros, o profetas en YouTube, quienes se mantienen financieramente de sus catastróficas y temibles enseñanzas acerca de lo que se imaginan que el Apocalipsis revela, o que intentan mantenerse a largo plazo de sus profecías o noticias “apocalípticas”; lo cual abre las puertas a la destrucción, (en las creencias de la gente) a través del temor y la culpa. Este libro del Apocalipsis Revelado se encuentra en proceso de edición (por una servidora), para ser agregado a la colección de libros del Espejo, de Francois Du Toit, el cual ya se publicó en inglés.  En ella, especialmente en el capítulo 13, encontrarás notas extensivas muy interesantes, que potencialmente abrirán los ojos a mucha gente acerca del dragón, de la Bestia y de su marca, de lo cual he ofrecido pequeños adelantos en los capítulos anteriores, y puesto que no intento infringir los derechos de copiado del autor,  solo ofreceré mi nueva perspectiva, teniendo ahora los ojos más abiertos que en 2015, cuando publiqué esta serie.

Mencioné antes que nuestro destino es afectado por nuestras creencias, por lo mismo, el sistema de la Bestia aprovecha la incredulidad del verdadero Evangelio para llevar a la humanidad a la destrucción, mediante una imagen e identidad falsas, contraria a su diseño e identidad divina e inocencia redimida.

Como lo hablé antes, si recordamos que lo que conocemos como  “el diablo” (diabolos) es la mentalidad de la caída, surgida del árbol del bien y el mal, el cual distorsionó nuestra imagen e identidad original, y sentido de valor, el reino de la Bestia es una sociedad cuyo sistema se ha establecido completamente en esta mentalidad inferior, fundada en una consciencia de pecado que pelea por su identidad falsa, rechazando la imagen de Dios en sí mismos al no lograr identificarse como Hijos,  produciendo una sociedad totalmente disfuncional y aun monstruosa, por lo que es mi opinión que este sistema ya rige al mundo, y que la humanidad ya adora  a la bestia y ya lleva su marca. Está será una generación huérfana de espíritu y fría de corazón, cuyos pensamientos y obras provienen de esta mentalidad engañada (la marca en la frente y en la mano), la cual les dio su identidad y su fuerza, proveniente del “dragón”  que es la vieja serpiente y su poder para engañar.

Que es una “marca” sino un carácter.  Es común que llevamos el carácter de nuestro padre o madre,  éste tiene que ver con la auto-imagen, que por lo general, es el reflejo de la impresión que se nos deja  en el alma durante los años de formación, la cual influencía nuestros pensamientos y acciones.    

Es mi opinión que esta marca fue puesta en marcha desde el momento en que los fariseos y religiosos que llevaron a Jesús a la Cruz, decidieron ocultar y negar su resurrección, y perseguir y martirizar a la iglesia primitiva, compuesta originalmente de judíos, infiltrándose con disfraz de oveja entre los gentiles para diluir el evangelio, y ponerlos bajo el mismo sistema que Jesús ya había abolido. De hecho,  la moneda de cambio de este sistema ya se encuentra hoy en circulación, y es la moneda que nos asigna un precio o valor de acuerdo a lo que hacemos, tenemos, o a todo aquello que creemos que nos identifica, nos define o nos agrega valor, sea la educación académica, la profesión, la escuela en la que estudiamos, la posición o jerarquía a la que logramos colocarnos, los conocimientos, los talentos, aun la apariencia física. A falta de lo anterior, puesto que sin ello no podemos comprar o vender ni tampoco trabajar,  la habilidad para controlar, chantajear, intimidar y despojar a los demás serán muy útiles…“¡yo no me defino por mi Ser, sino por mi hacer, por lo tanto, necesito lograr ésto y comprar aquello que me endorse!”(Ap. 13:17, El Espejo)  La imagen de Dios redimida en nosotros o nuestra identidad de hijos no nos endorsan en este sistema,  por el contrario, es algo blasfemo o aun risible, pues no podemos empeñarlas, ni tampoco pagar la renta, ni comprar comida con ellas.

Ciertamente la interpretación del Espejo podrá dejarte más en shock que la mía, pues ésta afirma que el reino de la Bestia es el resultado de un “cristianismo falsificado”, no refiriéndose a una denominación en particular, sino a “¡una percepción velada del origen auténtico de la humanidad y de su identidad e inocencia redimidas!” Du Toit Francois, “La Falsificación del Cristianismo – ¡un lobo en piel de oveja!” Nota extensiva al final de Apocalipsis Capítulo 13. Biblia de Estudio el Espejo (The Mirror).

Sé que fuimos enseñados que este período sería solamente de tres años y medio,  mas como lo dije en blog anterior, ya pasaron dos milenios y aun nos encontramos aquí bajo opresión económica, queriendo tener más, saber más o hacer más para “ser más”, pues no muchos sueñan con ser “un don nadie”.  No sabemos que ya lo somos todo, pues como Cristo es, así somos también nosotros en este mundo.  No sabemos que ya no podemos llegar más alto que el lugar en donde se nos colocó en Cristo – sentados junto con Él en las alturas.   No sabemos que Él vive en nosotros y que nosotros vivimos y nos movemos y existimos en Él.  No sabemos que no existe tal cosa como “la lucha entre el bien y el mal”, pues ¡Cristo obtuvo la victoria y nos ha llevado como trofeos!  Mas el no saberlo nos hace vivir peleando…. 

Más si mi opinión estuviera equivocada,  si este tiempo aún estuviera por ocurrir,  realmente no creo que podremos escapar de ello, más que sentándonos en descanso en nuestro lugar en Cristo, escondidos en nuestra indestructible unión “amachimbrada”, http://www.linofino.us/como-las-aguilas/ que nos fue dada en los lugares celestiales junto con Él, y en el gran gozo que ésta produce, pues en ese lugar estaremos protegidos de todo mal. (Ver 1 Pedro 1:19 en el Espejo).

Antes de recibir la revelación del Evangelio, yo siempre creí que creía en Jesús.  Incluso, me era difícil creer que alguien no creyera en Él, hasta que comencé a vivir en los Estados Unidos, en donde la gente tiene la libertad de creer en lo que quiera, sin temor a ser perseguidos o condenados. Sin embargo, entre los que creemos en Jesús, la creencia que se tiene de Él es limitada a la denominación del cristianismo que nos atraiga más, que por lo general es un Evangelio adulterado (checa la serie “El Misterio de la Salvación”, para que conozcas cómo se nos ha robado nuestra corona, condicionando nuestra salvación a nuestra fuerza de voluntad y justicia propia), pues no entendemos lo que sucedió en la obra redentora de Jesucristo, en la cual el cielo y la tierra quedaron unidos y el ser humano fue re-unificado a Dios, en unión inseparable.  Se nos dice que Él está en el cielo, y tenemos que gritarle para que nos oiga, o buscar el método más efectivo para recibir un milagro, por lo que muchos prefieren adorar imágenes de hechura propia, creyéndolas más “poderosas”.   De ahí que el catolicismo en México se convirtiera en santería, pues las mismas imágenes que se utilizan para “adorar a Dios”, se utilizan para hacerle brujería a la gente, y cada día existen nuevas imágenes y nuevos “dioses” que dejan su marca o impresión en la gente.  Por ello no pueden vivir la vida de su diseño.  Mas estas imágenes que tienen ojos y no ven y tienen oídos y no escuchan, no pueden deshacer las obras del diablo, pues son parte de su sistema de mentalidad caída, de culpa y condenación, “de pecado”.  Cuando alguno de ellos abre los ojos a su inocencia e identidad,  tiene que enfrentar el escrutinio de la mentalidad de juicio y consciencia de pecado de los demás.  Si no me crees,  dile a alguien de tu misma familia que tú eres santo, inocente y que como Cristo es, eres tu también en este mundo,  y graba su reacción.  Anota las cosas que te dicen, sus bromas, su sarcasmo, etc.  A menos que ellos se identifiquen con la imagen de su origen, y con su inocencia redimida, te medirán con la medida de juicio y deformidad con la que ellos se identifican.

Más un día sentimos ese caluroso abrazo de  Dios y descubrimos que ya vive en nosotros,  que siempre estuvo ahí, que nunca se fue, que siempre nos amó y aceptó y nunca nos desechó, pese a todo lo que creímos ser,  y que nunca lo hará.  Entonces la lucha por el valor cesa, y entramos en su descanso,  y las obras del diablo en nuestra vida comienzan a deshacerse,  y entre más le contemplamos, más somos transformados en su imagen, por su Espíritu; más al no tener la revelación de nuestra inclusión en Él, y en lo que Él logró en la Cruz,  lo dejamos sin efecto  en nuestra vida, queriendo ser justificados por las obras de la Ley  (Gal. 5:4), por lo que no podrán rechazar la marca de la bestia, (una identidad falsa), ni escapar de su dominio, y aun llegarán a adorarle por un tiempo hasta que la muerte de Jesús les sea revelada en su significado más puro. 

En resumen, en Apocalipsis 13 vemos a una multitud de Santos  o “consagrados” que habían sido sellados con el sello de Dios  (Ap. 9:4, Ef. 1:13), gente que pudo ver la imagen de Dios reflejada en sí mismos, y que se identifica por el nombre de Su Padre;   y vemos una multitud de gente que “no tenía el sello de Dios en su frente” sino la marca de la Bestia, es decir, gente que se identificó con la deformidad y distorsión de su imagen y que rechazó la imagen de Dios.      Esto nos muestra que aunque Jesús nos ha redimido a todos los seres humanos,   muchos se irán de este mundo sin haber intercambiado su mentalidad por la de Cristo. 

Gracia y Paz en Cristo

Rev. Dec. 2019