Cautivado o Cautivo

Continuando con Apocalipsis 13,  hemos aprendido hasta hoy que de entre los pueblos y las naciones surgirá una “bestia”,  sea una persona, o un sistema controlado por un grupo de legisladores de mentalidad totalitaria,  cuyo imperio, fuerza y poderío provienen del mismo dragón (v.2); de hecho, leímos que tenía garras de oso, representando una fuerza ‘sobrenatural’,  pues proviene del mismo sistema del devorador. Una de sus cabezas será herida de muerte, más por el poder del dragón, su herida sanará y el mundo entero se maravillará y adorará al dragón diciendo: “No hay nadie como la Bestia, quien se atreverá a pelear contra ella”  (v. 4)

Y abrió su boca con blasfemias contra Dios, para blasfemar Su nombre y Su tabernáculo, es decir, contra los que moran en el cielo.

(v. 5)  mientras pelea contra los santos  y los vence.

Reflexiona en lo siguiente: ¿según el Nuevo Testamento, quien es hoy el tabernáculo de Dios? ¿Los Santos o la humanidad entera?   Así mismo, ¿quienes están sentados en las alturas junto con Cristo,  los Santos o la humanidad entera? Santo es la palabra griega ‘hagios’  que se refiere a alguien restaurado a su plenitud, íntegramente, en alma cuerpo y espíritu, y aunque el Evangelio dice que la humanidad entera ya ha sido puesta en Cristo y sentada juntamente con Él en las alturas,  tristemente, esta restauración no nos ocurre hasta  que abrimos los ojos a lo que el Espíritu Santo quiere revelarnos.  Es en ese momento cuando podemos identificarnos por el ‘apellido’ de nuestro Padre.  Es por ello que blasfema “Su Nombre”, en nosotros. Así es como blasfema su tabernáculo y los moradores del cielo.

Si has seguido mis blogs, habrás aprendido junto conmigo que lo que la serpiente intentaba era derribarnos de nuestro lugar de descanso, preparado y asignado como hijos de Dios, portadores de Su imagen y semejanza, lo cual nunca dejamos ni dejaremos de ser, aunque sí dejamos de estar conscientes de ello al comer del viejo árbol; dejamos de creer quienes éramos realmente, y nuestra percepción acerca de Dios y por tanto, de nosotros mismos, fue ‘distorsionada’ (sin forma – el significado de ‘hamartia’, traducida como ‘pecado’), al no poder identificarnos mas con la imagen de Dios en nosotros.  De esta imagen distorcionada acerca de nosotros mismos, lejanos de la vida de nuestro diseño, la cual era ‘de descanso’ y paz, y frios del Amor de Dios, surgió la ‘maldad’,  de la palabra griega ‘poneros’, que significa: “lleno de labores, dificultades y molestias”.

Sin embargo,  en mi opinión, el reino de la ‘bestia’ surge del rechazo deliberado de lo que  se logró en Cristo – la redención de nuestra imagen e identidad, de nuestra inocencia, de nuestra mentalidad;  por tanto, la blasfemia contra el nombre de Dios y contra sus ‘santos’, va dirigida exactamente contra todos aquellos a quienes les ha sido revelada su identidad en Cristo.  Por lo anterior, aunque es comun escuchar blasfemias contra el nombre de Jesús  (interesantemente, nunca he escuchado una blasfemia contra los dioses Aztecas o contra tantos otros), la blasfemia consiste en negar lo que Cristo ha logrado en nosotros, mediante ataques contra nuestra identidad, imagen e inocencia redimidas – los dardos de fuego del enemigo, que son palabras y enseñanzas contrarias a nuestro diseño redimido, que te hacen creer una mentira acerca de ti mismo – todo lo que NO eres, antes de creer la verdad que Dios cree acerca de ti, evitando con ello que puedas experimentar en tu corto paso por la tierra (100 años es solo un segundo en la eternidad),  lo que Cristo logró en tu nombre y representación.

De lo anterior,  aunque existe la creencia que estos Santos son los 144,000, de las tribus de Israel,  este número es representativo de aquellos que han encontrado su completitud en Cristo, pues no existe mas judío ni gentil, sino una Nueva Criatura en Él,   representado y confirmado por el número exponencial de Su ‘completitud’ – 12 x 12 , en Su Vida de los milenios.

Si entendemos por consiguiente por qué se nos separa y etiqueta basado en la falsa identidad que creemos tener, también entenderemos por qué se había enseñado que Dios solamente salva a algunos,  que no todos estamos incluídos,  y que no todos somos su tabernáculo, como lo dice también el  Espíritu Santo, escribiendo por mano de Pablo en 2 Cor. 5:1-5  y en Ef. 1:13-14

Por tanto, la idea de que los creyentes estarían en el cielo, mientras los incrédulos se quedarían aquí en la tierra a adorar a la bestia y a sufrir su tiranía sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación (v.7), puede que haya sido también figurativa de todos aquellos que ya estan conscientes de su lugar celestial en Cristo y que ya participamos del gozo de ‘Las Bodas del Cordero’, sin que el fuego del juicio de la mentalidad de la bestia implantada en esta generación, nos consuma.   Hablaré de ello mas explícitamente, mas tarde.

 Adorarán a la bestia todos los que moran en la tierra, cuyos nombres no han sido escritos desde la fundación del mundo en el Libro de la Vida del Cordero que fue inmolado.v. 8

Otra controversia es la creencia de que la soberanía de Dios es su derecho a incluir o descartar a todo aquel que Él elija; te ruego visites la sección acerca de Calvino, al final de la serie “El Misterio de la Salvación”.   Francois Du Toit hace el siguiente comentario acerca de este libro de la Vida.

“El Libro de la Vida” – este lenguaje es tomado de la costumbre de registrar los nombres de las personas en una lista, pergamino o catálogo. En la tradición judía, existía el temor prevalente de que tu nombre pudiera ser borrado del Libro de la Vida, si tu comportamiento no agradaba a Dios. Ver Éxodo 32:32. La sugerencia aquí es que ¡algunos nombres ni siquiera estaban escritos en el Libro de la Vida del Cordero, como punto de partida! Ver Ap. 17:8, “…aquellos cuyos nombres no han sido escritos en el Libro de la Vida, desde la caída del mundo”. Esta idea obviamente incentivaría el engaño Calvinista de ‘la elección’, ¡que si no eres ‘elegido’, estás condenado! – lo cual es una contradicción ridícula a todo el contexto y conclusión del Evangelio.

Du Toit Francois, comentario en Ap. 13:8, Biblia de Estudio El Espejo.

Ciertamente,  esta obra literaria intentará cambiar la opinión de los expertos, no solamente  acerca de lo que se ha interpretado hasta hoy acerca del libro del Apocalipsis,  sino del mismo Evangelio, el cual el reino de la Bestia nos ha cambiado, por tanto, aquel en cuyo corazón haga eco, lo recibirá como Verdadera Buena Noticia, y aquellos que no,  oraremos para que sus ojos sean abiertos.

Este grupo no logrará identificarse con su imagen redimida al rechazar el  verdadero Evangelio, por tanto no tendrán esa confianza ni esa revelación de lo que les ha sucedido en Cristo.  Vivirán bajo una imagen e identidad falsas, las cuales influenciarán sus pensamientos y acciones, creyendo poseer ‘la verdad’.

Ahora, préstame toda tu atención, enseguida leemos lo siguiente:

Si alguno tiene oído, que oiga. Si alguien es destinado a la cautividad, a la cautividad va; si alguien ha de morir a espada, a espada ha de morir. Aquí está la perseverancia y la fe de los santos. Ap. 13:9 y 10

¿Quien crees que haya sido destinado a la cautividad? (destinado se encuentra en itálicas, es decir, que no es parte del texto original).   Piensa amado,  si DIOS envió a su Hijo para morir por todos los hombres,  ¿a quien podría haber destinado  para la cautividad?   Desde luego que a ningún hombre, por el contrario, El nos ha destinado para reinar en libertad (Rom. 5:17).

Una vez más, dejaré que el Autor del Espejo te persuada:

Estando Pablo en prisión en ese tiempo, reflexiona y está obviamente intrigado por el contexto entero del Salmo 68 [67 en la Septuaginta (LXX)], el cual celebra a Dios rescatando o conduciendo poderosamente a los prisioneros de su cautividad ¡y aun a los tercos y obstinados que ya murieron y están atrapados en sus tumbas! Ver Salmo 68:8 (67:7 en la LXX) “…  Pablo ve por revelación la importancia de que Jesús muriera nuestra muerte y entrara en nuestra obscuridad e infierno, en una misión de rescate.  Entonces en Ef. 4:8, cita el Salmo 68:18, (67:19 LXX), que en el griego continúa así:

 kai gar apeithountes [el incrédulo/apático, los que no se permiten ser persuadidos] tou kataskenoosai [acampar en el interior- de nuevo, esta palabra enfatiza la importancia de la encarnación] para que aun los que reinciden, los testarudos, los obstinados y los rebeldes puedan descansar; o puedan ahora habitar”.

Estas Escrituras confirman que “Él tomó a la cautividad cautiva” – Él arrestó a la humanidad cautiva en la muerte, descenso a los infiernos, resurrección y ascensión de la Palabra Encarnada – Jesucristo Hombre, y nos condujo en su triunfante procesión como trofeos en alto. Considera la genialidad de Dios en el Cristo encarnado, Él recobró lo que nos pertenecía por diseño -Su imagen y semejanza en forma humana; ¡éste es Su regalo a nosotros!

Efectivamente,   el griego original traducido como destinado es  “synago”  que significa “juntar”  traer en asamblea,  ‘recoger’, de donde viene la palabra “sinagoga”.

Recordarás que Jesús habló de aquellos de la sinagoga del diablo, (Ap. 3)  aquellos que se dicen ser judíos pero que mienten.    No significa que el  querer ser judío los hacía parte de esta sinagoga, por el contrario, en aquel tiempo los judíos recibían a cualquiera que quisiera cobijarse bajo sus costumbres y tradiciones, siguiendo todos los rituales de ellos que simbolizaban al Mesías, quien llegaría a salvarlos;  más ésto era sólo hasta que Jesús llegara.  Tristemente, la mayoría no solo no creyeron en Él y se volvieron de nuevo al judaísmo, cuya cobertura ya había expirado con la muerte y resurrección de Jesús, sino que además persiguieron y mataron a muchos que si recibieron esa libertad.

Hoy en día muchos amados están siendo engañados a volverse al judaísmo sin haber sido ellos jamás judíos,  siendo que Jesús murió para sacarlos precisamente del judaismo, FUERA DE LA CAUTIVIDAD DE LA LEY, es decir,  de la religión, de las doctrinas de hombre. No los sigas amado, pues te conducirán a  cautividad, y tú no tienes que ser parte de esa asamblea de cautivos que  el diablo juntará para que lo adore durante el tiempo de Apocalipsis 13.

En otras palabras: Aquel que te conduzca a cautividad irá a cautividad,  aquel que mate con espada morirá con espada,  aquí está la paciencia de los santos:  que no te subas a la nave de los cautivos.

Te preguntarás:  ¿Como me bajo de la nave de cautividad,  como me subo a la nave que me llevará a libertad y que me dará esa garantía del Espíritu?.  De eso hablaré en mi próximo blog. No te lo pierdas

Gracia y Paz en Cristo

Rev. Dec. 2019